En algunas ocasiones, la piel sufre ciertas alteraciones tras haber estado expuesta al sol. “Realmente no se trata de una alergia al sol sino de reacciones que requieren de la exposición a la luz para su aparición”, explica José Luis García Abujeta, miembro del Comité de Alergia Cutánea de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Lo que de manera coloquial llamamos “alergia al sol” responde en realidad a un grupo de patologías cuyos síntomas se desencadenan como consecuencia de la exposición solar. Una de ellas es la dermatitis por fotosensibilidad.
ALGUNOS TIPOS DE REACCIÓN
“Algunos medicamentos, perfumes y cremas solares son los principales responsables de reacciones de fotosensibilidad ya que, por la acción de la luz solar, estos productos se pueden convertir en sustancias alérgicas”, asegura el doctor García Abujeta.
Entre los medicamentos, la principal causa de dermatitis por fotosensibilidad son los antiinflamatorios no esteroideos. Cuando se aplican en forma de crema, pueden producir un eccema si esa zona de la piel se expone al astro rey.
“Estas lesiones pueden durar días, incluso semanas, y producir descamación. Las personas que administran ese medicamento a otros también pueden verse afectadas, por eso es muy importante el uso de guantes y el correcto lavado de las manos”, señala el alergólogo.
Asimismo, el especialista señala que las zonas del cuerpo que han estado en contacto con ciertas plantas también pueden experimentar una reacción con la exposición solar.
“En relación con esto, el uso de perfumes, especialmente aquellos con componentes cítricos, puede producir un eccema en los días posteriores en la zona donde se han aplicado y expuesto al sol”, puntualiza.
Para el doctor García Abujeta, la mejor prevención es “disminuir la exposición solar incontrolada y, en lo posible, evitar sustancias fotosensibilizantes como medicamentos tópicos, perfumes o cremas solares de baja calidad. Además, antes de cualquier exposición al sol, si un paciente está tomando medicamentos, es necesario que consulte con su médico los posibles riesgos de la radiación solar en relación con su toma”, manifiesta.
Por otro lado está la urticaria solar, un trastorno poco frecuente pasa a describir este alergólogo: “A los pocos minutos de la exposición solar se produce eritema, picor y lesiones habonosas (ronchas) en la zona, que persisten entre unos minutos y un par de horas y luego desaparecen sin dejar lesión alguna. Pero, cuando la exposición es muy intensa o la superficie afectada es muy grande, puede acompañarse de sintomatología general como dolor de cabeza, náuseas, dificultad respiratoria e hipotensión. Puede producirse, incluso, pérdida de conocimiento”.
ERUPCIÓN SOLAR POLIMORFA
Mientras la urticaria solar es un trastorno raro, la erupción solar polimorfa es una de las fotodermatosis más frecuentes y, según datos de la SEAIC, llega a afectar hasta a un 15%-20% de la población general.
“Se trata de una erupción cutánea que aparece al final de la primavera o a comienzos del verano, generalmente tras la primera exposición prolongada al sol. Suele desaparecer durante el verano y se vuelve a desencadenar al año siguiente. Es más frecuente en mujeres y su causa es desconocida”, manifiesta Rosa del Río, miembro del Grupo de
Dermatología Pedro Jaén.
“Horas después de la exposición a la radiación ultravioleta, el paciente comienza con picor en las zonas fotoexpuestas antes de la aparición de las lesiones. Las áreas más frecuentemente afectadas son el dorso de las manos, los brazos, la V del escote y la cara”, detalla la dermatóloga.
La erupción solar polimorfa “puede ser hereditaria y aproximadamente una quinta parte de quienes la presentan tienen un familiar afectado”, señalan los especialistas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido. Asimismo, destacan que no se trata de una enfermedad infecciosa y, por lo tanto, no hay riesgo de contagiarse de erupción solar polimorfa a través de otra persona.
Por su parte, el doctor García Abujeta explica que “en general, no entraña gravedad y una adecuada protección solar, exposiciones cortas y progresivas y, ocasionalmente, el uso de antihistamínicos suele ser suficiente para su control”.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el alergólogo destaca que si se observa algún tipo de reacción tras una exposición solar “es muy importante acudir inmediatamente al médico para empezar un tratamiento cuanto antes”.
Asimismo, el doctor García Abujeta recuerda que hay que detallarle al facultativo la medicación utilizada previamente o las cremas que se han aplicado a modo de protección frente al sol.
Por Purificación León
EFE/REPORTAJES