Rodrigo Díaz M.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha aceptado la invitación de su homólogo chino para visitar China en octubre.
Tras reunirse en Moscú con el ministro chino de asuntos exteriores, Wang Yi, Putin afirmó que Rusia y China están “integrando nuestras ideas de crear un gran espacio euroasiático”, y señaló que la iniciativa china de la Franja y la Ruta forma parte de ello.
La Iniciativa es un enorme programa en el que Pekín ha ido ampliando su influencia en regiones en desarrollo mediante proyectos de infraestructuras.
Desde que Rusia invadió Ucrania, Putin ha pivotado el país hacia China, vendiéndole más energía y realizando cada vez más maniobras militares conjuntas.
China ha adoptado una postura neutral en la guerra de Ucrania e incluso ha denunciado las sanciones occidentales contra Moscú. También acusó a la OTAN y a Estados Unidos de provocar la acción militar de Putin y declaró el año pasado que mantenía una amistad “sin límites” con Rusia.
Un alto funcionario de seguridad ruso, Nikolai Patrushev, pidió una coordinación política más estrecha entre Moscú y Pekín para contrarrestar lo que describió como esfuerzos occidentales por contenerlos, mientras recibía a Wang Yi para mantener conversaciones sobre seguridad.
El Kremlin ha expresado continuamente su apoyo a Pekín a medida que Rusia y China se han ido acercando a medida que se deterioraban sus relaciones con Occidente.
Wang llegó a Rusia en una visita de cuatro días tras las conversaciones que mantuvo el fin de semana en Malta con el asesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El plan de Putin de visitar China se anunció inicialmente en julio.