Rodrigo Díaz M.
La ciudad celebró el domingo su primera corrida de toros desde el 2022. Un juez había ordenado la suspensión indefinida de la práctica, que se remonta al siglo XVI en México, dando la razón a los defensores de los animales que habían presentado una demanda.
El Tribunal Supremo revocó la decisión el mes pasado, pero es probable que se produzca una batalla legal entre partidarios y detractores.
Los medios de comunicación locales informaron de que los jueces sólo se pronunciaron sobre aspectos técnicos y aún tienen que decidir sobre el fondo del caso.
“La tortura no es arte, no es cultura”, gritaban los manifestantes cerca de la Plaza de México, el mayor coso taurino del mundo.
La gente ondeaba pancartas con lemas como “no más muertes de inocentes”. Otros llevaban máscaras de toro y se pintaron de rojo.
Pero dentro del recinto, miles de personas celebraron su regreso, con cánticos de “viva la libertad”.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha propuesto un referéndum sobre el futuro de las corridas de toros en Ciudad de México.
Según Humane Society International, cada año mueren en las corridas de toros unos 250 mil toros en todo el mundo.
Las corridas de toros siguen siendo legales en muchas zonas de México, que es uno de los pocos países que todavía permite esta práctica.
Otros países son Francia, Portugal, Colombia, Venezuela, Perú y Ecuador. Aunque también es legal en España, algunas ciudades han prohibido la práctica.