Rodrigo Díaz M.
La Agencia Tributaria de Canadá pondrá a prueba el año que viene un nuevo sistema automático para ayudar a los canadienses vulnerables que no declaran sus impuestos a obtener sus prestaciones.
La declaración automática de impuestos, prometida por primera vez en el discurso del trono del 2020, es una de las varias medidas presupuestarias que, según los liberales, pretenden ayudar a los canadienses a hacer frente al coste de la vida.
Expertos y defensores han pedido la declaración automática, señalando que muchos canadienses vulnerables pierden prestaciones a las que tienen derecho.
En general, los canadienses no están obligados a presentar la declaración de impuestos todos los años a menos que deban dinero, pero el gobierno federal depende cada vez más de la Agencia Tributaria de Canadá para entregar a los particulares las prestaciones condicionadas a los ingresos.
Esto incluye la Prestación Infantil Canadiense, así como la reciente ampliación de la Prestación de Vivienda Canadiense y la duplicación temporal del crédito fiscal del impuesto sobre bienes y servicios.
Un informe elaborado en el 2020, calcula que entre el 10% y el 12% de los canadienses no declaran sus impuestos.
Aunque en todos los grupos de ingresos hay personas que no declaran, la mayor concentración se da en los que tienen los ingresos más bajos.
El informe estima que el valor de las prestaciones perdidas por los no declarantes en edad de trabajar fue de 1.7 billones de dólares en el 2015.
El presupuesto federal también señala que la Agencia Tributaria de Canadá ampliará el acceso a un servicio creado en el 2018 que permite a algunos canadienses con ingresos bajos o fijos presentar automáticamente declaraciones sencillas por teléfono.
Según el plan, dos millones de canadienses podrán acceder a este servicio, denominado “File My Return” (Presentar mi declaración), de aquí al 2025, es decir, casi el triple del número de personas que pueden utilizarlo ahora.