Rodrigo Díaz M.
El gobierno federal empezará a prohibir la fabricación e importación para la venta de los porta-anillos de plástico que se utilizan para mantener y transportar juntos los envases de bebidas. La prohibición total de la venta entrará en vigor el año que viene.
La próxima prohibición de los porta anillos es la segunda fase de la prohibición del plástico de un solo uso en Canadá, que se puso en marcha en diciembre del 2022 con el objetivo de reducir a cero los residuos plásticos para el 2030.
Algunas provincias, como Nova Scotia y la Prince Edward Island, ya han prohibido las bolsas de plástico en los últimos años.
Un número creciente de supermercados y restaurantes de Canadá ya han dejado de ofrecer bolsas de plástico de un solo uso para la compra, cubiertos y envases de comida para llevar. Además, algunas empresas de bebidas ya han sustituido los porta anillos de plástico por versiones de cartón.
Loblaw, uno de los mayores minoristas de Canadá, ha ido eliminando gradualmente los plásticos de un solo uso, provincia por provincia, animando a los clientes a llevar sus propias bolsas y ofreciendo alternativas reutilizables en las cajas.
Hasta ahora, el cambio se ha llevado a cabo en varias de sus franquicias en British Columbia, Alberta, Manitoba, Saskatchewan y los Territorios del Noroeste.
“El impacto de los residuos de envases de plástico ha sido una preocupación creciente para nuestra empresa y nuestros clientes”, declaró Sandra Kesseler, vicepresidenta de integración e información ESG de Loblaw Companies Limited.
Además de eliminar las bolsas de plástico, Loblaw también está evaluando la reciclabilidad de más de 10 mil productos de marca de control y de envasado en tienda.
“Estamos en el buen camino para lograr nuestro objetivo de hacer que todos los envases de plástico de marca de control y en la tienda sean reciclables o reutilizables para el 2025 y ya hemos alcanzado el 35% de cumplimiento a finales del 2022.”
Sobeys fue la primera cadena nacional de supermercados en eliminar las bolsas de plástico de caja de sus tiendas incluso antes de que Ottawa anunciara su prohibición el año pasado.
“Eliminar 800 millones de bolsas de plástico de un solo uso al año de nuestra red nacional de tiendas en 2021 fue un gran paso adelante para nuestro negocio y el medio ambiente”, dijo Sarah Dawson, responsable de asuntos públicos de Sobeys.
Muchos restaurantes de Canadá también se están volviendo ecológicos, pero el cambio no ha estado exento de dificultades, ya que las empresas buscan alternativas sostenibles y asequibles.
“Tenemos objetivos muy ambiciosos para pasar a una economía circular, pero ahora mismo no disponemos de la infraestructura necesaria ni de todos los materiales necesarios de forma regular y asequible”, afirma Tracy Macgregor, vicepresidenta de Restaurants Canada en Ontario.
El sector de la gastronomía busca formas creativas de proteger el medio ambiente, pero necesita más claridad y una normativa estándar para llevar a cabo la transición.
“Creo que el mayor reto para los operadores de todo el país es que ahora tienen que ponerse este sombrero de la gestión de residuos”.
Además de la prohibición federal, las normativas provinciales, como las tasas por el uso de envases y bolsas y la caja azul para el reciclaje, no hacen sino aumentar la presión financiera sobre el sector de los restaurantes, que aún se tambalea por los efectos de los cierres provocados por la pandemia del COVID-19, añadió Macgregor.
A partir de diciembre, Canadá prohibirá la venta de bolsas de plástico, cubiertos, vajilla, palillos y pajitas o pitillos, con algunas excepciones.
Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá (ECCC) ha dicho que trabajará con las organizaciones para garantizar que la información adecuada está disponible para las partes afectadas y está distribuyendo materiales de orientación.
“A medida que ECCC se acerca a la aplicación de la prohibición de venta en diciembre de 2023, las actividades de sensibilización se están dirigiendo a un público más amplio, incluidos restaurantes, minoristas y canadienses”, dijo Nicole Allen, portavoz de la agencia federal.
Entre el 2023 y el 2032, la agencia prevé que las medidas reducirán la contaminación por plásticos en unas 22 mil toneladas, lo que equivale al menos a un millón de bolsas de basura llenas de desperdicios.