Rodrigo Díaz M.
Una paciente estadounidense con leucemia se ha convertido en la primera mujer y la tercera persona hasta la fecha en curarse del VIH tras recibir un trasplante de células madre de un donante naturalmente resistente al virus que causa el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).
Este caso es también el primero en el que se utiliza sangre proveniente del cordón umbilical, un método más novedoso que podría poner el tratamiento al alcance de más personas.
Desde que recibió la sangre del cordón umbilical para tratar su leucemia mieloide aguda (un cáncer que se origina en las células hematopoyéticas de la médula ósea) la mujer ha estado en remisión y libre del virus durante 14 meses, sin necesidad de los potentes tratamientos contra el VIH conocidos como terapia antirretroviral.
Los dos casos anteriores de recuperaciones del VIH se produjeron en hombres: uno blanco y otro latino, que habían recibido células madre adultas, que se utilizan con más frecuencia en los trasplantes de médula ósea.
El caso forma parte de un estudio más amplio respaldado por Estados Unidos y dirigido por la Dra. Yvonne Bryson, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), y la Dra. Deborah Persaud, de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. Su objetivo es hacer un seguimiento de 25 personas con VIH que se someten a un trasplante con células madre extraídas de la sangre del cordón umbilical para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades graves.
Los pacientes del ensayo se someten primero a quimioterapia para eliminar las células inmunitarias cancerosas. A continuación, los médicos trasplantan células madre de individuos con una mutación genética específica en la que carecen de los receptores utilizados por el virus para infectar las células.
Los científicos creen que estas personas desarrollan un sistema inmunitario resistente al VIH.
Normalmente, los trasplantes de médula ósea no son una estrategia viable para curar a la mayoría de las personas que viven con el VIH. Pero el informe confirma que la cura del VIH es posible y refuerza aún más el uso de la terapia génica como estrategia viable para la cura del VIH.
El estudio también sugiere que un elemento importante para el éxito es el trasplante de células resistentes al VIH.
Anteriormente, los científicos creían que un efecto secundario habitual de los trasplantes de células madre, denominado enfermedad de injerto contra huésped, en el que el sistema inmunitario del donante ataca al del receptor, desempeñaba un papel en la posible cura.