Rodrigo Díaz M.
El presidente de Polonia tomó posesión este de un gobierno que se prevé que no dure más de dos semanas, una maniobra táctica que permite al partido conservador Ley y Justicia aferrarse al poder un poco más y realizar más nombramientos en organismos estatales.
Tras las elecciones nacionales de octubre, el presidente Andrzej Duda debe tomar de nuevo juramento a Mateusz Morawiecki, que ocupa el cargo de primer ministro desde finales del 2017. Según la constitución de Polonia, Morawiecki tendrá 14 días para intentar formar una coalición que consiga la mayoría de apoyos en el Parlamento.
Pero eso parece una causa perdida porque Morawiecki no tiene socios de coalición después de que su partido nacionalista y conservador Ley y Justicia perdiera la mayoría parlamentaria y ningún otro partido quiera unirse a su gobierno.
Morawiecki dice que está intentando encontrar socios con los que gobernar, pero él mismo cifra sus posibilidades en “un 10% o incluso menos”.
Los críticos con Morawiecki y Duda, que está alineado políticamente con Ley y Justicia, han denunciado la decisión de recurrir a un gobierno sin posibilidades aparentes de obtener el respaldo parlamentario como un acto desesperado de teatro político.
Algunos críticos señalan que el partido saliente está aprovechando el tiempo para hacer más nombramientos, que ampliarán su influencia sobre los organismos estatales incluso después de ceder las riendas del gobierno. En los últimos días ha nombrado a partidarios suyos para dirigir el organismo estatal de auditoría y la autoridad de supervisión financiera.
Tras ocho años en el poder, Ley y Justicia fue el partido más votado en las elecciones, pero perdió la mayoría parlamentaria, al obtener sólo 194 escaños en la Cámara Baja, el Sejm, con 460 escaños.
El poder pasa ahora a tres partidos pro Unión Europea que se presentaron por separado, pero prometieron trabajar juntos. Juntos han obtenido una mayoría parlamentaria de 248 escaños y ya dirigen los trabajos del Parlamento.
Su candidato a primer ministro es Donald Tusk, que ya ocupó ese cargo del 2007 al 2014 antes de convertirse en un alto dirigente de la UE, presidente del Consejo Europeo, durante cinco años. Tusk está en camino de volver a ser primer ministro después de que el tiempo de Morawiecki se agote el 11 de diciembre.