Si siempre ha sospechado que podría ser un imán para los mosquitos, los científicos tienen ahora pruebas para usted: Según un nuevo estudio, los mosquitos se sienten más atraídos por algunos seres humanos que por otros.
Un equipo de investigación de la Universidad Rockefeller trató de identificar por qué ciertas personas parecen atraer más mosquitos que otras. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Cell recientemente.
A lo largo de tres años, los investigadores pidieron a un grupo de 64 voluntarios que se pusieran medias de nailon en los brazos durante seis horas al día en varios días. A continuación, el equipo del estudio liberó mosquitos de la fiebre amarilla, denominados científicamente Aedes aegypti, y observó qué media atraía más insectos.
Esta prueba permitió a los investigadores separar a los participantes del estudio en “imanes de mosquitos”, cuyas medias atraían muchos mosquitos, y “atractores bajos”, que no parecían tan atractivos para los insectos. Los científicos examinaron la piel de los participantes y encontraron 50 compuestos moleculares que eran más altos en estos participantes que en los demás.
Los participantes que atrajeron a más mosquitos tenían índices mucho más altos de ácido carboxílico en su piel. Los ácidos carboxílicos se encuentran en el sebo, la sustancia aceitosa que crea una barrera y ayuda a mantener nuestra piel hidratada.
Uno de los participantes en particular, identificado somo el “sujeto 33” era el preferido por los mosquitos: Las medias del sujeto eran 100 veces más atractivas para los mosquitos que las de los participantes menos atractivos.
Y el nivel de atracción de los humanos parecía mantenerse bastante constante a lo largo del tiempo para los participantes que fueron monitoreados durante el período de tres años.
En el caso del Aedes aegypti, las hembras de los mosquitos prefieren utilizar la sangre humana para alimentar su producción de huevos, lo que da urgencia a su búsqueda de humanos para depredar utilizando diversos mecanismos para identificar y elegir a los humanos a los que pican.
Los ácidos carboxílicos son sólo una pieza del rompecabezas que explica cómo los molestos insectos pueden elegir sus objetivos. El calor corporal y el dióxido de carbono que liberamos al respirar también atraen a los mosquitos hacia los humanos.
Aún no se sabe por qué los ácidos carboxílicos parecen atraer a los mosquitos con tanta fuerza, pero el siguiente paso podría ser explorar los efectos de la reducción de los ácidos carboxílicos en la piel.
Las investigaciones futuras deberían explorar el microbioma que vive en la piel humana para entender por qué los mosquitos se sienten atraídos por ciertos compuestos en lugar de otros. Y eso podría conducir a mejores productos para reducir las picaduras de mosquitos y la propagación de enfermedades.