Conectarse a través de las redes sociales, los chats de los juegos o los mensajes de texto puede ser una valiosa forma de comunicarse. Pero compartir información como las fechas de nacimiento, las direcciones u otros datos personales en línea, especialmente en público, puede dejarnos vulnerables a estafas como el phishing. Y a los niños, especialmente, les puede costar reconocer algunas de estas preocupaciones, incluso si suelen ser los genios de la tecnología de la familia.
La suplantación de identidad se produce cuando alguien intenta engañarle para que proporciones información personal y así poder robar o vender su identidad, su dinero u otros datos privados.
Muchos estafadores se sirven de los datos que has compartido en Internet (como lo que le gusta y lo que no le gusta, los aniversarios o los destinos de las vacaciones) para hacer sus mensajes más personalizados y, por tanto, más tentadores.
Hay varias señales de alarma de los ataques de phishing a las que usted y sus hijos pueden prestar atención, como las solicitudes urgentes o amenazantes, las peticiones de información confidencial o cualquier cosa demasiado buena para ser cierta o inesperada.
Cualquiera puede ser víctima de estas estafas, pero debido a su edad, su inexperiencia y su entusiasmo, los niños pueden identificar que hay algo extraño ocurriendo, como ganar un concurso en el que no han participado, especialmente si se trata de algo que realmente les gusta.
Además, algunas de las señales de alarma más comunes de la suplantación de identidad pueden ser especialmente difíciles de detectar para los niños más pequeños, como los errores tipográficos, los logotipos incorrectos, la elección de palabras poco profesionales y la información incorrecta del remitente.
Haga que tus hijos conozcan todas las señales de alarma para que estén atentos y pídales que le comuniquen de cualquier mensaje del que no estén seguros antes de actuar. Enséñeles a tomarse su tiempo y a pensar bien las cosas antes de hacer clic o descargar algo.
-News Canada