¿Sabía que, aunque el agua tenga buen aspecto, sabor y olor, puede contener contaminantes? Es cierto. Por eso, a medida que el verano se convierte en otoño, es un buen momento para analizar el agua en su hogar y asegurarse de que es segura.
Recuerde: si usted es el propietario de un pozo privado de agua, es su responsabilidad garantizar la calidad del agua de su pozo.
Cada seis meses, debe analizar el agua para detectar E. coli y coliformes totales. Estas bacterias indican si hay microorganismos patógenos en el agua. Si se detectan estas bacterias, es posible que el agua no sea potable.
En el agua de pozo también pueden encontrarse sustancias químicas en niveles que pueden afectar a su salud, como: nitrato y nitrito, manganeso, arsénico, uranio, plomo
Consulte a su autoridad provincial o territorial de agua potable o a su unidad local de salud pública para encontrar un laboratorio acreditado que realice las pruebas. También pueden proporcionarle más información sobre la conveniencia de realizar análisis para estas u otras sustancias químicas, así como orientaciones sobre las medidas de seguimiento que puede necesitar si los resultados de la calidad del agua de pozo no cumplen las directrices recomendadas para la calidad del agua potable.
Además de los análisis microbiológicos y químicos, también puede analizar algunos parámetros generales de calidad del agua. Esto debe hacerse cada dos años, y más a menudo si observa cambios en el sabor, el olor o el color, o en el uso de la tierra cerca de su pozo. Las pruebas generales de calidad del agua te ayudan a saber si hay condiciones que puedan causar problemas en tu pozo y qué tipo de dispositivo de tratamiento del agua podrías necesitar.
Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, incendios y sequías, también pueden dañar el pozo y contaminar el agua. Si tiene un pozo privado, asegúrese de analizar el agua después de las emergencias, ya que conllevan una mayor probabilidad de contaminación.
-News Canada