Rodrigo Díaz M.
Según las nuevas directrices publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos las piezas de automóviles que cumplan con el Acuerdo Comercial entre Canadá, Estados Unidos y México no se verán afectadas por los aranceles del presidente Donald Trump.
Esto entonces significa un alivio permanente para la industria automovilística norteamericana, que ha sido asediada durante las últimas semanas por múltiples aranceles.
El mes pasado el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles del 25% a todas las importaciones de vehículos a Estados Unidos, pero hizo una excepción para las piezas de automóviles fabricadas en Estados Unidos que cumplen con el pacto comercial continental, también conocido como CUSMA.
De forma específica, las nuevas directrices de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos indican que la exención no se aplica a los kits de montaje de automóviles ni a las compilaciones de piezas.
Los tres grandes fabricantes de automóviles Ford, General Motors y Stellantis llevan meses en conversaciones con la administración de Donald Trump, alegando que los aranceles provocarían un aumento de los precios y devastarían la industria automotriz norteamericana.
Seis de los mayores grupos de presión de la industria automovilística de Estados Unidos enviaron la semana pasada una carta advirtiendo de que los aranceles sobre las piezas de automóviles provocarían la interrupción de la cadena de suministro y el aumento de los precios.
Trump ha justificado que sus aranceles devolverán la fabricación de automóviles a Estados Unidos, pero la industria canadiense también se ha desarrollado desde principios del siglo XX. Canadá y Estados Unidos integraron oficialmente el sector con el acuerdo comercial del Pacto del Automóvil de 1965.











