Perú fue un digno subcampeón de América. Su gente alrededor del mundo acompañó la celebración a pesar de la derrota frente a Brasil en la final de la Copa.
Por Alexander Terrazas
Pese a la derrota frente a Brasil, cientos de peruanos radicados en la ciudad de Toronto celebraron la gran campaña de su selección de fútbol que llegó a la final de la Copa América por primera vez en 44 años, algo que llena de esperanza por un renacer del fútbol incaico.
Latin Fiesta Restaurant, ubicada en el 1002 de St. Clair Ave. se convirtió en el búnker de la ‘Blanquirroja’, un grupo de hinchas peruanos que se hizo sentir en la ciudad de Toronto con sus gritos y vestimentas. Vestidos de poleras roja y blanca, agitando su bandera bicolor y cantando canciones de su selección alentaron a los jugadores al ritmo de los tambores: ¡Perú! ¡Perú! ¡Perú! Vitoreaban y luego vociferaban “Como no te voy a querer, si eres mi Perú querido que me vio nacer”.
“La Blanquirroja Toronto se creó con el propósito de unir a nuestra comunidad peruana a través del deporte”, comentó Javier Vargas, uno de los líderes de la hinchada. El ambiente de fiesta y unidad era similar en los diferentes restaurantes peruanos, bares, parques públicos y calles, donde se veían a personas agitando la bandera nacional roja y blanca, dando vivas a Perú y saltando con alegría mientras se jugaba contra Brasil.
Los peruanos, a diferencia de otras comunidades hispanas, son más fanáticos de su Selección que de sus equipos y la ilusión por ganar la Copa, por esta vez, no fue posible. A los 15 minutos de iniciado el partido Brasil ya ganaba 1 a 0. Sin embargo, ese gol no les quitó la alegría y el entusiasmo. Renegaban, silbaban comían y bebían mucho para combatir el mal momento. “El peruano se identifica mucho con su comida. Más estando fuera del país. Vienen y piden Cusqueña, Inca Cola y sus platos autóctonos”, contó un limeño. Y agregó que “vienen buscando motivarse juntos, entre compatriotas, y comen la comida típica. Es cultura pura”, comentó.
Mientras comían y bebían, Paolo Guerrero empató y por primera vez el restaurante entero se unió para gritar “Gooool” y decir “Perú, Perú, Perú”. Las personas brindaban con una cerveza en la mano, las parejas se besaban, los hijos (muchos nacidos en Canadá) abrazaban a sus papás. A alguno que otro se le ponían llorosos los ojos. Desafortunadamente, les duró poco la alegría. “Brasil es Brasil. Son monstruos”, dijeron a los minutos, con el 2 a 1. Durante el segundo tiempo, vino el 3-1 y lo mejor estuvo en la buena mesa peruana: Nada mejor que comer y tomar cerveza para calmar el dolor de la proeza que no fue. Pero los peruanos agradecían la oportunidad de ver a su Selección llegar a una final de la Copa América jugando de menos a más y en la que dejaron atrás a Uruguay con sus estrellas y a Chile, el último bicampeón de este torneo continental.
Desde Perú, el presidente Martín Vizcarra destacó emocionado la campaña de la selección y envió un mensaje para todos los peruanos en el mundo. “Gracias por poner el corazón y el alma en todos los partidos, llevando alegría y esperanza a los peruanos en cada rincón. ¡Nos sentimos orgullosos de ustedes, subcampeones de América!”, manifestó Vizcarra a través del Twitter. De esta manera se cerró un nuevo capítulo de fútbol en el continente americano y con mucha afición en la ciudad de Toronto. El Centro News estuvo presente y recogiendo todos los sentimientos de nuestra comunidad hispana