Rodrigo Díaz M.
Los votantes panameños han elegido al ex ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, como nuevo presidente.
Mulino se presentó tarde a la carrera presidencial después de que su compañero de partido, Ricardo Martinelli, fuera inhabilitado por una condena por blanqueo de dinero. Mulino, de 64 años, hizo campaña con la promesa de “cerrar” la brecha del Darién, un tramo de selva que atraviesan anualmente cientos de miles de inmigrantes. Tras su victoria, prometió no ser “marioneta de nadie”.
Aunque se incorporó tarde a la carrera presidencial y no participó en ninguno de los debates presidenciales televisados, Murillo, conservador, había disfrutado de una convincente ventaja en los sondeos de opinión.
Con un recuento preliminar superior al 90%, Mulino contaba con el 34% de los votos, seguido por el candidato anticorrupción Ricardo Lombana, con casi el 25%. Lombana ha reconocido su derrota.
El ex Presidente Martín Torrijos iba a la zaga, con el 16% de los votos, seguido del abogado Rómulo Roux, con el 11%. Los cuatro candidatos restantes obtuvieron menos del 10% de los votos.
Se cree que Mulino se ha visto impulsado a la victoria por los votantes que esperan que el país vuelva al auge económico que experimentó cuando Ricardo Martinelli fue presidente entre el 2009 y el 2014.
Durante su breve campaña, Mulino prometió “cerrar” la Brecha del Darién, la extensión de selva en la frontera entre Panamá y Colombia que más de medio millón de inmigrantes cruzaron a pie en su camino hacia Estados Unidos el año pasado.
Mulino se enfrentará ahora no sólo al reto de cumplir esa promesa, sino también al de hacer frente a una sequía que ha obstaculizado el funcionamiento del Canal de Panamá.
El futuro presidente de Panana también ha dicho que atraerá inversiones, pero también ha respondido a algunas de las preocupaciones planteadas por muchos votantes, como el acceso al agua potable y el aumento de los índices de delincuencia.
José Raúl Mulino relevará del presidente saliente, Laurentino Cotizo, el 1 de julio.