Rodrigo Díaz M.
El alcalde de la capital nacional de Canadá declaró ayer por la noche el estado de emergencia en su ciudad ante las continuas protestas que han desbordado los recursos locales, poco antes de que la policía actuara para cortar la cadena de suministros del Freedom Convoy.
En un comunicado emitido a última hora de ayer, el Ayuntamiento de Ottawa dijo que la declaración del alcalde Jim Watson reflejaba el “grave peligro y la amenaza para la seguridad de los residentes” de los manifestantes acampados en gran parte del centro de la ciudad.
La medida da a la ciudad cierta flexibilidad para tomar medidas de forma más rápida, algunas de las cuales, según el breve comunicado, podrían ayudar a comprar el equipo necesario para los trabajadores de primera línea.
Pero nada más allá de eso no está claro, ya que el estado de emergencia no da a la policía o a la ciudad ningún nuevo poder legal.
La declaración de Watson marcó el final del segundo fin de semana en que el llamado Freedom Convoy se apoderó de gran parte del centro de la capital, con camiones que obstruían las calles y manifestantes que ocupaban las aceras frente a Parliament Hill y en las zonas residenciales aledañas.
Ayer también se produjeron más protestas en otros lugares del país. Cientos de camiones y coches provocaron un atasco en el centro de Halifax, donde la situación hasta ahora es pacífica, sin incidentes que reportar.
La Policía Provincial de Ontario cerró parte de la autopista 402 que va hacia el paso fronterizo entre Sarnia y Port Huron, Michigan, como medida de seguridad debido a la presencia de peatones en la autopista cerca de un convoy de camiones y tractores.
En Ottawa, la policía dijo que ha iniciado más de 60 investigaciones penales relacionadas con la protesta, y emitió más de 100 multas sólo ayer, incluso por “exceso de bocinazos”. El sábado se expidieron cientos de multas más por infracción de semáforos en rojo, por conducir un vehículo por la acera y por encender fuegos artificiales, entre otras infracciones.
Aunque la fuerza local ha sido reforzada con más de 100 agentes de la OPP y 250 de la RCMP, la declaración de estado de emergencia de Ottawa señaló que la decisión de Watson subrayaba la necesidad de apoyo de los niveles superiores de gobierno.