Rodrigo Díaz M.
En respuesta al reciente y rápido aumento de las hospitalizaciones, los ingresos en las unidades de cuidados intensivos y la amenaza que se cierne sobre la capacidad de cuidados críticos de la provincia, el gobierno de Ontario, en consulta con el director médico de salud, está adoptando nuevas medidas para garantizar la disponibilidad de camas de hospital para los pacientes con COVID-19 que necesiten cuidados urgentes.
Esta orden de emergencia temporal proporcionará a los hospitales la flexibilidad necesaria para trasladar a los pacientes cuyos médicos hayan determinado que ya no necesitan atención hospitalaria a residencias de cuidados a largo plazo o de ancianos sin necesidad de obtener el consentimiento del paciente o, cuando éste sea incapaz, de su sustituto en la toma de decisiones.
La orden enmendada sólo puede utilizarse durante eventos en los que la demanda de cuidados críticos amenace con desbordar un hospital y comprometer la atención a los demás pacientes. Cientos de personas hospitalizadas están esperando ser dadas de alta a una residencia de cuidados a largo plazo o a otro entorno asistencial más adecuado, y se dará prioridad a los pacientes con necesidades asistenciales menos complejas y a los que puedan ser trasladados cerca de su opción preferida.
“La propagación de las variantes del COVID-19 sigue suponiendo una importante amenaza para la capacidad de cuidados críticos de nuestro sistema sanitario y para la vida de los habitantes de Ontario”, ha declarado Christine Elliott, ministra de salud de Ontario.
“Aunque se trata de una decisión extremadamente difícil de tomar, las consecuencias de no hacerlo podrían ser devastadoras si no disponemos de las camas de hospital que necesitamos urgentemente para atender al creciente número de pacientes con COVID-19”.
Los hospitales podrán recurrir a esta orden sólo cuando sea necesario para responder a un evento de gran envergadura, cuando un médico esté convencido de que el paciente recibirá los cuidados que necesita en la residencia de ancianos o de cuidados a largo plazo.
Los traslados sólo se harán cuando los profesionales médicos estén seguros de que no comprometerán el estado de salud del paciente, y cuando se hayan cumplido todas las demás condiciones especificadas en la orden, incluido el acuerdo por parte de la residencia de que puede satisfacer las necesidades del paciente.
Se hará todo lo posible para garantizar que estos pacientes estén completamente inmunizados contra el COVID-19 antes de su traslado.
Los pacientes que no sean colocados en su primera opción de hogar de cuidados a largo plazo o que sean trasladados a una residencia de ancianos mantendrán su prioridad en la lista de espera para su primera opción de traslado.