El Parlamento aprobó hoy la One Canadian Economy Act (Ley C‑5), diseñada para derribar barreras comerciales internas y facilitar la movilidad laboral. Promovida por la ministra Chrystia Freeland y dispuesta por el primer ministro Mark Carney, esta norma cumple una promesa electoral clave: crear un mercado nacional sin reducciones aduaneras provinciales.
La legislación incluye dos partes: la primera impulsa la libre circulación de bienes y servicios, eliminando duplicidades normativas; la segunda financia infraestructuras de envergadura para mejorar la interconexión nacional (puertos, comunicaciones, transporte). El gobierno se fijó la fecha del 1 de julio (Canada Day) como meta simbólica.
Según proyecciones, esta iniciativa podría aumentar el PIB per cápita hasta en un 4 %, reduciendo ineficiencias estimadas en un 6.9 % del producto por barreras interprovinciales. Varios premiers y asociaciones industriales celebraron la medida, aunque Quebec mantiene protecciones en sectores como lácteos y aves.
Analistas destacan que la ley fortalece la identidad económica de Canadá y mejora la competitividad continental. Aun así, su implementación requerirá ajustes regulatorios, armonización de licencias y una coordinación intergubernamental efectiva para evitar choques entre mandatos provinciales y federales.
One Canadian Economy Act elimina trabas comerciales entre provincias
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