Rodrigo Díaz M.
Olivia Chow fue elegida ayer alcaldesa de Toronto en una elección inesperadamente reñida, con la promesa de aportar un enfoque más progresista tras más de una década de liderazgo conservador en el ayuntamiento.
La ex diputada del NDP y concejala del centro de Toronto se impuso a un número récord de 102 candidatos, entre los que figuraban media docena de aspirantes consolidados. Entre ellos, la segunda clasificada, Ana Bailão, ex ayudante del ex alcalde John Tory, cuya dimisión en febrero desencadenó la elección.
Chow, nacida en Hong Kong y llegada a Toronto a los 13 años, se convertirá en la tercera mujer y la primera persona de raza en ocupar la alcaldía en la historia de la ciudad. Asume el cargo en un momento en que la ciudad se enfrenta a un enorme déficit presupuestario, una crisis de asequibilidad y problemas de seguridad pública.
“Si alguna vez han dudado de lo que es posible juntos, si alguna vez han cuestionado su fe en un futuro mejor y en lo que podemos hacer unos con otros, unos por otros, esta noche tienen la respuesta”, dijo Chow en su discurso ante una multitud de seguidores que la aclamaban.
“Gracias a los habitantes de Toronto por la confianza que han depositado en mí y por el mandato de cambio como su nuevo alcalde”.
Las encuestas de opinión pública habían situado a Chow, de 66 años, como favorita durante las seis semanas que duró la contienda, a menudo con una ventaja de dos dígitos sobre sus rivales más cercanos. Los últimos sondeos realizados antes del día de las elecciones indicaban un repunte tardío de Bailão, impulsado en parte por un apoyo de última hora de Tory.
“Quiero felicitar sinceramente a Olivia Chow por su victoria de esta noche”, dijo Bailão en su discurso de agradecimiento. “Nuestra ciudad se enfrenta a muchos retos y le deseo todo lo mejor mientras navega por estos retos junto al ayuntamiento y trabajando con otros gobiernos”.
Chow ha ganado todos los distritos del centro de Toronto, incluido Davenport, antiguo distrito de Bailão, y cinco de los seis distritos de Scarborough. Obtuvo el 37,2% de los votos.
Bailão, por su parte, ganó los tres distritos de Etobicoke y todos los del norte de Toronto, salvo Willowdale, con un 32,5% de los votos.
Durante una campaña en la que varios candidatos lanzaron advertencias funestas sobre el estado y el futuro de la ciudad, Chow ofreció en general una visión más esperanzadora, diciendo a menudo que su alcaldía estaría “centrada en las personas” y que quiere construir un Toronto “más solidario, más asequible y más seguro para todos”.
Entre sus principales compromisos figura la promesa de que la ciudad vuelva a desarrollar viviendas sociales y una inversión anual de 100 millones de dólares en un programa para comprar viviendas asequibles y transferirlas a organizaciones sin ánimo de lucro y fideicomisos de tierras.
Chow ya fue candidata a la alcaldía en el 2014, pero al principio de la campaña cayó de la primera posición a un distante tercer puesto. Chow será la primera alcaldesa progresista de Toronto desde David Miller, cuyo mandato finalizó en el 2010.