Rodrigo Díaz M.
Se calcula que el número de personas con demencia se triplicará hasta alcanzar los 152 millones en todo el mundo para 2050, según nuevos datos.
Para hacer esta predicción, los investigadores del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington analizaron los datos de 1999 a 2019 del estudio Carga Mundial de la Enfermedad, que es un conjunto completo de estimaciones de las tendencias sanitarias en todo el mundo. También incorporaron al estudio información sobre las tendencias de los factores de riesgo de la demencia.
Descubrieron que los casos de demencia en el mundo aumentarían de unos 57 millones en 2019 a 152 millones en 2050, y que el mayor aumento de la prevalencia se produciría en África y el Oriente Medio.
Según su análisis, los aumentos previstos podrían atribuirse en gran medida al crecimiento y al envejecimiento de la población, aunque dijeron que la importancia relativa de estos dos factores variaba según la región del mundo.
En cuanto al envejecimiento, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos estima que las personas mayores de 65 años constituirán el 16% de la población mundial en 2050, frente al 8% de 2010.
Curiosamente, el equipo descubrió que, si bien las tendencias positivas en el acceso a la educación en todo el mundo deberían reducir la prevalencia de la demencia en 6,2 millones de casos, las tendencias previstas en el tabaquismo, el índice de masa corporal elevado y la hiperglucemia deberían contrarrestarlo y aumentar la prevalencia en 6,8 millones de casos.
En conjunto, según los investigadores, estas tendencias opuestas están cerca de “equilibrarse”.
“Estas estimaciones permitirán a los responsables políticos y a los responsables de la toma de decisiones comprender mejor los aumentos previstos en el número de individuos con demencia”, dijo en un comunicado Emma Nichols, investigadora del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.
Añadió que el gran aumento previsto en el número de personas con demencia debería poner de relieve la “necesidad vital” de investigar tratamientos modificadores de la enfermedad e intervenciones eficaces de bajo coste para la prevención o el retraso de la demencia.
Utilizando el mismo conjunto de datos, Nichols y su equipo también pudieron estimar que las tasas de mortalidad por Alzheimer aumentaron un 38% entre 1990 y 2019. “Sin tratamientos eficaces para detener, ralentizar o prevenir el Alzheimer y todas las demencias, esta cifra crecerá más allá del 2050 y continuará impactando a las personas, los cuidadores, los sistemas de salud y los gobiernos a nivel mundial”, dijo María C. Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer, en un comunicado.