Rodrigo Díaz M.
El número de muertes registradas relacionadas con el huracán Ian se ha elevado a al menos 101 en los ocho días transcurridos desde que la tormenta tocó tierra en el suroeste de Florida.
Del total de muertes, 98 se produjeron en Florida, según los informes de la Comisión de Médicos Forenses de Florida. Otras muertes por la tormenta incluyen cinco en Carolina del Norte, tres en Cuba y una en Virginia.
Ian tocó tierra en la costa del Golfo de Florida el 28 de septiembre, después de azotar Cuba el día anterior. La tormenta atravesó Florida y se adentró en el Atlántico, y luego tocó tierra en Carolina del Sur antes de adentrarse en los estados del Atlántico medio.
Ian es la segunda tormenta más mortífera que ha azotado el territorio continental de Estados Unidos en el siglo XXI, por detrás del huracán Katrina, que dejó unos 1.800 muertos en 2005. El huracán más mortífero que ha azotado Estados Unidos fue el Gran Huracán de Galveston en 1900, que mató a ocho mil personas.
En Florida, Ian, una tormenta de categoría cuatro con vientos sostenidos 240 kilómetros por hora, desató torrentes de lluvia y causó grandes inundaciones y daños. El diluvio convirtió las calles en ríos caudalosos.
Los canales de agua de los patios se desbordaron hacia los vecindarios, a veces por más de 3,5 metros, arrojando las embarcaciones a patios y carreteras. Las playas desaparecieron, ya que las olas del mar empujaron las costas hacia el interior.
Incluso dos semanas después de su paso por Florida, las autoridades advierten de que aún podrían encontrarse más muertos mientras siguen inspeccionando los daños.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa el jueves en la ciudad de Nokomis, en el condado de Sarasota, pregonó el restablecimiento generalizado del agua corriente a través de la zona afectada por la tormenta y el trabajo para restaurar la energía.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recorrió algunas de las zonas afectadas por el huracán en Florida, inspeccionando los daños en helicóptero y luego caminando a pie junto a DeSantis.
El presidente demócrata y el gobernador republicano se comprometieron a dejar de lado las rivalidades políticas para ayudar a reconstruir casas, negocios y vidas. Biden destacó en una reunión informativa con funcionarios locales que el esfuerzo podría llevar años.