Rodrigo Díaz Maingon
El sábado por la tarde un conductor asesinó a siete personas e hirió a 22 más luego de escapar de la policía en la ciudad e Odessa, al Oeste de Texas
Todo comenzó cuando unos oficiales de la policía estatal de Texas intentaron detener un auto dorado en la Interestatal 20 por no usar sus luces de tránsito correspondientes cuando se disponía a cruzar hacia la izquierda.
Antes de que el vehículo se detuviera por completo, el conductor habría apuntado con un rifle hacia la ventanilla trasera de su coche y disparado en múltiples ocasiones hacia la patrulla que procedía a detener al conductor.
Los disparos habrían herido a uno de los dos oficiales que se encontraban dentro de la patrulla.
La policía ultimó al pistolero cerca de una sala de cine no sin que antes este hiriera a otros dos oficiales de policía.
Hasta el sábado por noche se registraban cinco muertes, pero el número de víctimas fatales aumentó hoy a siete el.
Según el jefe de policía de Odesa, Michael Gerke, las edades de los fallecidos están comprendidas entre los 15 y los 57 años de edad.
Las autoridades aún no tienen respuestas definitivas sobre el motivo del tiroteo del ayer, dijo. Gerke también se negó a revelar el nombre del gatillero públicamente.
La policía sólo ha dicho que el tirador era un hombre blanco de unos 30 años de edad, y que tenía antecedentes penales.
El FBI ha declarado hoy que los investigadores federales creen que el pistolero no tenía ninguna conexión con el terrorismo.
Este tiroteo masivo eleva a 25 el número de asesinatos en masa en Estados Unidos en lo que va del año, igualando la cifra de todo 2018 y ocurre tan solo un mes después del tiroteo masivo de El Paso, Texas.