Rodrigo Díaz M.
El nuevo gobierno neozelandés dice que planea eliminar la prohibición de venta y restricción del consumo de cigarrillos a los menores de edad, la primera en el mundo, para financiar recortes fiscales.
La legislación, introducida bajo el anterior gobierno de Jacinda Ardern, habría prohibido la venta de cigarrillos el próximo año a cualquier persona nacida después del 2008.
El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en Nueva Zelanda, y el objetivo de esta política era impedir que las generaciones jóvenes se iniciaran en el hábito.
Los expertos en salud han criticado duramente la repentina marcha atrás.
La legislación aprobada el año pasado había sido aclamada internacionalmente, con modelos de investigación que respaldaban las principales reformas.
Las medidas incluían la restricción del número de minoristas de tabaco y la reducción del nivel de nicotina en los cigarrillos.
Los modelos sugieren que las leyes antitabaco podrían salvar hasta cinco mil vidas al año.
Se cree que las leyes neozelandesas han inspirado al gobierno británico, que en septiembre anunció una prohibición similar para los jóvenes. Una portavoz afirmó que la postura del primer ministro, Rishi Sunak, no había cambiado tras la marcha atrás de Nueva Zelanda.
Aunque ha sido elogiada como política de salud pública, las medidas Smokefree suscitaron la oposición de algunos grupos empresariales neozelandeses.
Algunos legisladores, entre ellos el nuevo primer ministro, Chris Luxon, también argumentaron que la prohibición daría lugar a un mercado negro del tabaco.
Sin embargo, su partido, el National, que obtuvo el 38% de los votos en las elecciones del 14 de octubre, no había mencionado las leyes antitabaco durante la campaña electoral. El anuncio hecho el sábado pasado por la nueva ministra de economía, Nicola Willis, de que el gobierno derogaría las leyes conmocionó a los expertos en salud, que creían que la política no se tocaría.
Los modelos de salud pública realizados en el 2022 habían demostrado que la política de deshabituación tabáquica habría ahorrado al sistema sanitario neozelandés unos 1.3 billones de dólares neozelandeses (790 millones de dólares) en los 20 años siguientes.
Nueva Zelanda sigue aspirando a reducir su tasa nacional de tabaquismo al 5% para el 2025, con el objetivo de llegar a eliminarlo por completo.
Más de 80 mil adultos han dejado de fumar en el último año, según sus datos nacionales. Actualmente, alrededor del 8% de su población adulta fuma.