Rodrigo Díaz M.
Los organismos reguladores de medicamentos británicos se han convertido en los primeros del mundo en autorizar una versión actualizada de la vacuna contra el coronavirus de Moderna que pretende proteger contra el virus original y la variante Omicron.
Hoy en un comunicado, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Atención Sanitaria dijo que había dado luz verde a la vacuna combinada “bivalente” de Moderna, que se utilizará como vacuna de refuerzo para adultos.
Cada dosis de la vacuna de refuerzo se dirigirá tanto al virus COVID-19 original que se detectó por primera vez en 2020 como a la variante Omicron BA.1, que se detectó por primera vez en noviembre. Los organismos reguladores británicos dijeron que los efectos secundarios eran similares a los observados en la vacuna de refuerzo original de Moderna y que solían ser “leves y se resolvían por sí solos”.
“Lo que esta vacuna combinada nos da es una herramienta afinada en nuestro arsenal para ayudar a protegernos contra esta enfermedad a medida que el virus sigue evolucionando”, dijo la doctora June Raine, jefa del regulador británico de la atención sanitaria y los medicamentos.
Este enfoque se utiliza con las vacunas contra la gripe, que se ajustan cada año en función de las variantes que circulan y pueden proteger contra cuatro cepas de la gripe.
Stephane Bancel, director general de Moderna, dijo en un comunicado que se trataba de la primera autorización reglamentaria para una vacuna destinada a combatir la variante del Omicron, y predijo que el refuerzo tendría un “papel importante” en la protección de la población contra el COVID-19 en el invierno.
Las autoridades sanitarias británicas aún no han decidido si la vacuna modificada se utilizará en su estrategia de otoño. En julio, el gobierno dijo que todos los mayores de 50 años recibirían un refuerzo contra el COVID en otoño.
El viernes, el ministro de Sanidad alemán dijo que la Agencia Europea del Medicamento podría autorizar los refuerzos de COVID-19 modificados el mes que viene.
En junio, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos exigió a los fabricantes de vacunas que cualquier refuerzo modificado para el otoño tendría que incluir protección contra las variantes Omicronmás recientes, es decir, la BA.4 y la BA.5, y no la subvariante BA.1 incluida en la última vacuna de Moderna.
El mes pasado, la FDA dijo que ya no estaba considerando la posibilidad de autorizar un segundo refuerzo de COVID-19 para todos los adultos, sino que se centraría en vacunas dirigidas a las subvariantes víricas más recientes.
Tanto Moderna como Pfizer están elaborando actualmente versiones actualizadas de su vacuna para incluir protección contra la subvariante BA.5 además del virus COVID-19 original.
Según la Organización Mundial de la Salud, la última ola mundial de la pandemia del COVID-19 ha sido impulsada por la subvariante del Omicron BA.5, responsable de cerca del 70% de las muestras de virus compartidas con la mayor base de datos pública de virus del mundo. La subvariante BA.5 es aún más infecciosa que la versión original de Omicron y presenta algunas diferencias genéticas que las vacunas anteriores no podían abordar.
Los científicos han advertido que la continua evolución genética de COVID-19 significa que los fabricantes de medicamentos probablemente irán un paso por detrás del virus en sus esfuerzos por adaptar sus vacunas.