Rodrigo Díaz M.
Casi un mes después de que 55 mil trabajadores de Canada Post se declararan en huelga, sigue sin haber un final aparente a la vista.
No hay conversaciones programadas, el gobierno federal se niega una vez más a intervenir y la corporación de la Corona sigue intercambiando golpes con el Sindicato Canadiense de Empleados Postales (CUPW).
A última hora de la tarde de ayer, la empresa declaró que la última propuesta del sindicato añadiría 2.9 billones de dólares a los costos de Canada Post en los próximos cuatro años.
“Hemos revisado las demandas del sindicato y son inasequibles e insostenibles, añadiendo miles de millones de dólares en costes fijos a largo plazo y restringiendo aún más nuestra capacidad para competir en el mercado actual de paquetería”, dijo el portavoz de Canada Post, Jon Hamilton.
La propuesta del sindicato, presentada el lunes por un árbitro designado a nivel federal, rebajaba las exigencias salariales del 24% anterior a un aumento del 19% en cuatro años. También incluía una garantía de 20 horas semanales para los trabajadores a tiempo parcial.
CUPW no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre la estimación de costes de la empresa el martes, pero en una nota a los miembros, negó la afirmación de Canada Post de que su última propuesta había ampliado la brecha entre las dos partes.
En una declaración enviada por correo electrónico el martes, un portavoz del ministro federal del trabajo, Steven MacKinnon, instó a las dos partes a volver a la negociación, reiterando la posición del gobierno de que no utilizaría la legislación de vuelta al trabajo ni remitiría el conflicto al Consejo de Relaciones Industriales de Canadá para un arbitraje vinculante.
Una serie de propuestas de ida y vuelta comenzaron el pasado domingo, después de que el sindicato y Canada Post recibieran una severa charla a puerta cerrada por parte de MacKinnon.
Sin embargo, no se había celebrado ninguna mediación formal desde el 28 de noviembre, cuando el mediador suspendió las conversaciones, alegando que las dos partes estaban demasiado alejadas para llegar a un acuerdo. La huelga comenzó el 15 de noviembre.
Canada Post había ofrecido aumentos salariales por un total del 11,5% en cuatro años y permisos retribuidos adicionales, al tiempo que protegía las pensiones de prestación definida y las disposiciones de seguridad laboral.
El sindicato había pedido un aumento salarial acumulado del 24% en cuatro años, además de sugerir que Canada Post se expandiera en el sector bancario.
La empresa quiere entregas los fines de semana y que más personal trabaje a tiempo parcial. El sindicato quiere que los repartidores de fin de semana trabajen a tiempo completo, mientras que la empresa quiere contratar personal a tiempo parcial para hacer el trabajo.
A diferencia de otros conflictos contractuales muy sonados de este año, en los que el gobierno pidió al CIRB que ordenara un arbitraje vinculante en virtud del artículo 107 del Código Laboral de Canadá, esta vez el gobierno no parece dispuesto a intervenir, según los expertos en relaciones laborales.