Rodrigo Díaz M.
Se necesitará algo más que el actual aumento de los casos de COVID-19 para que las provincias vuelvan a imponer restricciones serias contra el virus, pero ninguna está dispuesta a divulgar las cifras exactas de cuánto tendrían que empeorar las cosas.
Varias provincias, entre ellas Ontario, Prince Edward Island., Newfoundland and Labrador, Manitoba y Alberta, afirman que uno de los principales factores que tienen en cuenta a la hora de decidir si vuelven a imponer restricciones es si la sexta ola amenaza la capacidad de atención sanitaria de su región.
En este momento, las provincias han declarado que confían en que tienen la capacidad de atención sanitaria necesaria para hacer frente a la actual ola de casos del COVID-19, aunque no han dicho exactamente cuál es esa capacidad y que medidas ajustarán si esto cambia.
“Las últimas predidciones muestran que nuestros hospitales y nuestro sistema de salud pueden hacer frente a cualquiera de los escenarios previstos, sin comprometer nuestra capacidad para seguir abordando el retraso quirúrgico causado por la pandemia”, escribió Bill Campbell, portavoz del ministerio de sanidad de Ontario.
Alberta se hizo eco de este sentimiento en su propia declaración, afirmando que el número de pacientes en los hospitales de la provincia se mantiene “estable” o ha “disminuido recientemente”, y que en definitiva están “dentro de la capacidad normal de camas en general”.
“No esperamos que los hospitales se vean sobrecargados como en la ola inicial de Omicron, pero seguiremos vigilando de cerca la situación”, dijo Steve Buick, portavoz del ministro de sanidad de Alberta, en un comunicado.
Un portavoz del ministerio de salud de Manitoba, por su parte, dijo que la provincia revisa “una serie de factores”, entre los que se incluyen “los datos de hospitalización, la positividad de las pruebas, el recuento de casos, etc.” y que “si” es necesario realizar algún cambio en las actuales órdenes de salud pública, lo “anunciarán”.
En cuanto a Yukón, su gobierno dijo que las decisiones sobre las medidas de salud pública “se basan en una evaluación del riesgo”, pero no se dieron más detalles.
Según la Dra. Janice Fitzgerald, jefa médica de Newfoundland and Labrador, es ahora difícil cuantificar un punto claro en el que sean necesaria la reinstauración de las restricciones contra el COVID-19. Aspectos como los niveles de vacunación y la exposición previa al virus pueden reducir la gravedad de los casos, y dijo que puede haber variaciones en el grado de atención que se necesita para cada caso.
Fitzgerald reiteró, sin embargo, que el sistema de salud de la provincia debería ser capaz de manejar las proyecciones actuales.
La opacidad del umbral para determinar cuántos casos de COVID-19 se registran a diario se produce en un momento en que los médicos y los expertos en salud advierten que Canadá ya entro en una sexta ola de la pandemia, impulsada por la subvariante BA.2.
Pero el supuesto aumento de los casos se ha visto agravado por el hecho de que las provincias han optado por levantar las restricciones, como el uso obligatorio de mascarillas.
“Hay que volver al uso obligatorio de las mascarillas. De lo contrario, vamos a tener muchos más casos”, dijo el Dr. Kashif Pirzada, médico de urgencias en Toronto.
La Dra. Theresa Tam, jefa de salud pública, ha hecho comentarios similares, instando a los canadienses a que se pongan las mascarillas, incluso en las provincias que no lo exigen, que son todas las jurisdicciones del país menos tres.
En la actualidad, sólo Nunavut, Prince Edward Island y Quebec mantienen activo el mandato del uso obligatorio de mascarillas. Sin embargo, Nunavut tiene previsto eliminar el requisito el próximo lunes, mientras que Quebec acaba de extenderlo en medio del aumento de los casos de COVID-19.
Mientras tanto, es innegable que Canadá está experimentando un aumento de los casos en todo el país, con un incremento del 28% en el promedio diario de casos hasta el 31 de marzo, según la Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC).
Las hospitalizaciones están empezando a aumentar también en muchas provincias, como Ontario y Nova Scotia.
Health Canada dijo que está observando la “evolución de la situación en el país y en el mundo” y que “ajustará las medidas según sea necesario para proteger la salud y la seguridad de los canadienses”.
Las decisiones federales sobre las restricciones del COVID-19 bajo su control, como las medidas fronterizas, se “basan en pruebas científicas y en una evaluación de las medidas de salud pública nacionales e internacionales”, dijo un portavoz, “y se toman en consulta con los gobiernos provinciales, territoriales e internacionales.”
Mientras tanto, mientras la gente en Canadá está atenta a cualquier cambio en la flexibilización de las restricciones del COVID-19, los médicos observan con preocupación.
“Los gobiernos ya no nos cubren realmente las espaldas”, dijo Pirzada, quien añadió que el personal de los hospitales está luchando contra el agotamiento subyacente y el aumento de las hospitalizaciones.