Rodrigo Díaz M.
Los canadienses y residentes permanentes totalmente vacunados contra el COVID-19 podrán entrar pronto en el país por tierra o por aire sin tener que realizar el proceso de cuarentena, siempre que den negativo en las pruebas de detección del virus.
El gobierno federal hizo el anuncio esta semana, diciendo que para calificar como “totalmente vacunados” los canadienses o residentes permanentes tienen que estar vacunados con dos dosis de las vacunas de Pfizer, Moderna o AstraZeneca o una dosis de la de Janssen.
La norma entra en vigor el 5 de julio y sólo se aplicará a las personas que ya pueden viajar a Canadá, incluidos los ciudadanos, los residentes permanentes y las personas registradas en virtud de la Ley de la India.
“Esta es la primera fase de nuestro enfoque preventivo para relajar las medidas fronterizas de Canadá. En este momento no vamos a abrir más nuestras fronteras”, dijo Dominic LeBlanc, ministro de asuntos intergubernamentales, en una conferencia de prensa.
Los viajeros deben enviar la información de vacunación a la aplicación ArriveCan antes de su llegada a la frontera. También deben hacerse una prueba de detección del COVID-19 dentro de las 72 horas previas a su llegada a la frontera, hacerse una segunda prueba a su llegada y tener un plan de cuarentena en caso de que la prueba de llegada de un resultado positivo.
Si su prueba de COVID-19 da negativo y está totalmente inmunizado, estaría exento de la cuarentena, de las estancias en hoteles autorizadas por el gobierno y de realizar una prueba de detección del COVID-19 el octavo día.
Los que no pueden vacunarse contra el COVID-19, como los niños menores de 12 años, siguen teniendo restricciones para viajar.
Además de los niños, los viajeros no vacunados o parcialmente vacunados seguirán enfrentándose a las restricciones de viaje, como la estancia obligatoria en un hotel cuando aterricen en Canadá. Las restricciones de viaje también seguirán vigentes para los extranjeros.