Ella inició su viaje, de un día, a Vermont con dos amigos y, luego de ser retenida por seis horas en el puesto fronterizo, le informaron que no podía entrar a los Estados Unidos y tuvo que regresar a Montreal, donde reside.
En diciembre de 2016, Kooner, tuvo problemas para pasar la frontera. En esa oportunidad viajaba con su novio y varios amigos. Su auto fue detenido para una revisión de rutina, según comentaron los agentes. Luego de llenar varios formularios, le dijeron que tenían problemas con el sistema y que no podría ingresar al territorio estadounidense.
En esta segunda ocasión, el caso fue diferente, le preguntaron sobre lo ocurrido en diciembre y porqué estaba tratando de cruzar la frontera nuevamente; a lo cual Kooner respondió que quería ir a Estados Unidos como una ciudadana canadiense, que no tiene récord criminal y que, antes de diciembre, nunca había tenido problemas al cruzar la frontera.
Los agentes le tomaron sus datos, huellas dactilares, foto y le hicieron firmar un formulario en la que retiraba su solicitud de entrar a los Estados Unidos.
Niegan la entrada a los Estados Unidos a Joven canadiense
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