El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha logrado consolidar una imagen de líder fuerte y resolutivo, caracterizado por su estilo de gobernar poco convencional y una presencia destacada en redes sociales. A lo largo de 2024, Bukele ha continuado con varias políticas que han transformado el país, mientras se enfrenta a desafíos que podrían marcar el futuro de su gobierno y el rumbo de El Salvador.
Uno de los principales éxitos del presidente Bukele en 2024 ha sido el manejo de la seguridad pública. El país ha experimentado una disminución significativa de homicidios hasta convertirlo, según sus palabras, en el “país más seguro del continente” gracias al Plan de Control Territorial y la implementación de medidas como el estado de emergencia y la “guerra contra las pandillas”. A través de la masiva detención de miembros de grupos criminales, Bukele ha logrado presentar al país como un lugar más seguro para los ciudadanos, lo que ha sido ampliamente celebrado por la población y que lo ha catapultado a una alta popularidad, incluso fuera de El Salvador. La reducción de la violencia ha sido un pilar clave de su estrategia, y la percepción de seguridad ha mejorado notablemente en muchas comunidades.
Otro éxito significativo en 2024 ha sido la implementación de proyectos económicos innovadores, como el avance del uso de Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador. Aunque la adopción de criptomonedas ha sido un tema controvertido, en 2024 el gobierno logró fortalecer su infraestructura para la gestión de Bitcoin y continuó fomentando la inversión extranjera en este sector, lo que ha contribuido a un creciente ecosistema digital en el país.
Un reto clave será la crítica creciente a su estilo de gobernanza, que algunos califican de autoritario. A pesar de su popularidad, la falta de contrapesos en su administración y las restricciones a la libertad de prensa han generado preocupaciones en cuanto al respeto a los derechos humanos y la democracia.
Recientemente, Bukele anunció que el subsuelo salvadoreño contiene una cantidad enorme de oro y ha decidido promover en la Asamblea Legislativa la derogación de la Ley que prohíbe la explotación minera en El Salvador; según el mandatario, la extracción de este precioso metal permitirá a su gobierno el pago completo de la deuda externa y catapultar la economía salvadoreña a una de las más sólidas de Latinoamérica. El gobernante salvadoreño asegura que la extracción minera se hará utilizando técnicas modernas de minería sostenible, minimizando los impactos ambientales. En 2025, Bukele deberá gestionar la crítica interna e internacional sobre estos temas.
En conclusión, 2024 ha sido un año de importantes logros para Bukele, pero 2025 se presenta como un periodo crítico, en el que las políticas económicas y los cuestionamientos sobre la democracia podrían ser factores determinantes en el futuro político del país.