Rodrigo Díaz M.
El gobierno de Ontario ha publicado nuevas directrices que confirman las diferentes normas de aislamiento para los alumnos y el personal vacunados, al tiempo que describen lo que puede ocurrir en caso de que se produzca un brote de COVID-19 en una escuela este otoño.
El documento, publicado a última hora de la mañana de hoy y titulado “Orientación sobre el COVID-19: School Case, Contact and Outbreak Management”, establece que las personas totalmente vacunadas y asintomáticas no tienen que aislarse tras una exposición de alto riesgo al virus.
Además, los miembros del hogar que viven con un estudiante que ha estado expuesto al virus no necesitan autoaislarse si están totalmente vacunados.
Los que no están totalmente vacunados y estuvieron expuestos a COVID-19 como contacto de alto riesgo deben aislarse durante 10 días. Las directrices indican que se recomiendan las pruebas en el séptimo día de su período de aislamiento y que éste debe comenzar el último día de la exposición.
Si una clase contiene estudiantes que no están vacunados, o se desconoce la cobertura de inmunización, las Unidades de Salud Pública (PHU, por sus siglas en inglés) individuales pueden optar por descartar la clase por completo.
Estas nuevas directrices coinciden con las observaciones que el Dr. Kieran Moore, director médico, hizo el mes pasado, en las que señalaba que el personal y los estudiantes que están totalmente vacunados deben prever interrupciones mínimas en la escuela si están expuestos a un contacto de alto riesgo.
Por el contrario, Moore dijo que las personas no vacunadas tendrían que aislarse durante al menos 10 días y tener dos resultados negativos en pruebas de detección del COVID-19, siete días a la vez, antes de volver a las aulas.
La provincia define un brote en una escuela como dos o más casos de COVID-19 confirmados entre estudiantes, profesores, demás personal o visitantes, en los que al menos uno de los casos podría haberse adquirido razonablemente en la escuela.
Los miembros del hogar no deben incluirse en los contactos de alto riesgo relacionados con el brote, a menos que hayan tenido contacto directo con el mismo.
Un brote puede abarcar desde el cierre de la escuela hasta la solicitud de aislamiento de una sola clase. La Unidad de Salud Pública determinará la gravedad del brote y las medidas que deben tomarse.
Otras medidas para el brote podrían incluir la revisión diaria, la restricción de visitantes en la escuela, la minimización de la interacción entre clases, la petición al personal de que no trabaje en otras escuelas y la petición al personal, los estudiantes y las familias de que eviten el contacto cercano con otras personas por razones no esenciales.
Una vez transcurridos 14 días sin que haya habido más transmisión del virus y sin que la escuela haya notificado más casos sintomáticos, el brote puede declararse terminado.
La provincia anticipa que la probabilidad de que toda una escuela cierre a causa de un brote es “excepcionalmente baja en las escuelas con alta cobertura de inmunización entre los estudiantes”.