Rodrigo Díaz M.
Un informe publicado por la Mesa Consultiva Científica del COVID-19 de Ontario ha revelado que al menos entre 57 mil y 78 mil personas en la provincia han padecido, o están padeciendo, una de las 200 afecciones posteriores al COVID-19 tras su diagnóstico inicial.
El informe de 18 páginas concluye que, si bien la mayoría de las personas con COVID-19 se recuperarán totalmente, otras pueden tardar semanas o incluso meses en volver a su estado normal de salud.
La mesa científica identificó más de 200 síntomas diferentes que afectan a 10 órganos del cuerpo y que pueden estar asociados a la condición post-COVID19.
Una condición post-COVID-19 generalmente ocurre cuando un individuo experimenta síntomas o condiciones de salud relacionadas que persisten más allá de la infección inicial.
Los síntomas más frecuentes son la fatiga, la dificultad para respirar, el dolor o el malestar general, la ansiedad y la depresión.
En los casos más graves, el informe dice que los individuos pueden tener un deterioro del estado funcional cognitivo y físico, incluyendo “limitaciones en la capacidad de realizar actividades de la vida diaria”.
La Organización Mundial de la Salud ha informado de que aproximadamente una de cada cuatro personas infectadas por COVID-19 ha experimentado una afección posterior a esta enfermedad durante al menos un mes. Una de cada 10 personas experimenta síntomas que duran más de 12 semanas.
El informe también cita una revisión sistemática coordinada por la Agencia de Salud Pública de Canadá, cuyos resultados iniciales mostraron que alrededor del 83% de los pacientes con un caso confirmado de COVID-19 experimentaron uno o más síntomas posteriores a la infección en un plazo de cuatro a 12 semanas, mientras que el 56% informó de síntomas 12 semanas después del diagnóstico inicial.
Sólo en Ontario, la mesa científica dice que al menos entre 57 mil y 78 mil personas han experimentado una condición post-COVID-19, aunque advierten que esas cifras son solo una estimación.
En el informe también se menciona cómo el hecho de estar vacunado contra el COVID-19 reduce la probabilidad de desarrollar una afección posterior al COVID-19 simplemente al reducir la posibilidad de infectarse.