Por Oscar Vigil
TORONTO. En Toronto la marcha fue bilingüe, pero no inglés y francés sino que inglés y español, probablemente un reflejo de la realidad migratoria que se vive prácticamente en el Área de Toronto y sus alrededores, donde según los expertos un alto número de los más de medio millón de personas que viven sin estatus en Canadá tienen raíces latinoamericanas.
Así, el grito “the people united will never be defeated” se intercambiaba casi que con simetría en número con “el pueblo unido jamás será vencido”. De hecho, a simple vista se podría decir que por lo menos un 40 por ciento de los participantes eran de origen latino, y las reivindicaciones en español se hacían escuchar con fuerza.
La marcha salió a la 1pm desde el parque Christie, en Toronto, luego de aproximadamente una hora de concentración en la que diversos dirigentes hicieron uso de la palabra y que un numeroso grupo de música compuesto principalmente por tambores y platillos elevaron el ánimo de los asistentes.
El día parecía de primavera ese domingo 16 de marzo, una primavera adelantada que no augura nada bueno sino el empeoramiento del calentamiento del planeta, pero que igual beneficia a manifestaciones como esta en relación con la usual inclemencia del clima en estas fechas.
Los marchantes, contados en centenares, caminaron sobre la calle Bloor hacia el este, dirigiéndose hacia las oficinas de la Ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, ubicadas en la intersección de Bloor con Spadina, donde realizaron un acto político exigiéndole al gobierno liberal que cumpla sus promesas de campaña.
Estas marchas de protesta se están llevando a cabo a nivel nacional bajo el nombre “Primavera Migrante”, y en ellas piden al Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Marc Miller, que cree el programa para regularizar el estatus de los inmigrantes, que ponga fin a las deportaciones, así como también que cese la detención de inmigrantes.
Hay que recordar que en diciembre el año pasado el ministro Miller dijo que estaba preparando un programa que permitiría a muchas personas indocumentadas solicitar la residencia permanente, y que el mismo seria presentado ante el Parlamento Federal en la primavera de este año, la cual da inicio precisamente esta semana.
Pero los manifestantes dicen también que no quieren que nadie quede fuera, por lo que piden que el plan a presentar sea amplio y que abarque a la mayor parte de personas que actualmente viven sin estatus en Canadá, número que según diversas entidades podría oscilar entre los 500 mil y un millón de personas.
“Muchas personas en Canadá no tienen ningún estatus o sólo tienen un estatus precario. Las razones de esto son muchas y a menudo están relacionadas con barreras y demoras en las leyes y prácticas de inmigración y refugiados. La mayoría de las personas con estatus precario o sin estatus son racializadas y muchas son mujeres… Hacemos un llamado al gobierno canadiense para que reforme el sistema de inmigración para poner fin a nuestra sociedad de dos clases y brindar un estatus permanente a todos aquellos que viven y trabajan aquí, reconociendo su dignidad y derechos como seres humanos”, dijeron los organizadores.