Rodrigo Díaz M.
México ha suspendido sus relaciones diplomáticas con Ecuador después de que la policía irrumpiera en la embajada mexicana en Quito para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró que habían “entrado por la fuerza” en la embajada en una “flagrante violación del derecho internacional”.
Glas se refugió en la embajada el pasado diciembre después de que Ecuador emitiera una orden de detención contra él por presunta corrupción. Ahora ha sido trasladado bajo vigilancia policial a la ciudad de Guayaquil, y se espera que espere el juicio en una prisión de máxima seguridad.
Glas fue vicepresidente de Ecuador entre el 2013 y el 2017 y fue relevado de sus funciones debido a las crecientes acusaciones de corrupción en su contra.
Ese mismo año fue condenado a seis años de cárcel en relación con la corrupción en el gigante brasileño de la construcción Odebrecht. Según la fiscalía, recibió 13,5 millones de dólares en sobornos.
Glas Salió de la cárcel en noviembre, pero las autoridades ecuatorianas emitieron otra orden de detención por presuntos actos de corrupción, lo que llevó a Glas a buscar refugio en la embajada de México.
El viernes pasado, México dijo que había concedido asilo político a Glas “tras un análisis exhaustivo” de la situación, una acción que Ecuador consideró ilegal.
“Ecuador es una nación soberana y no vamos a permitir que ningún delincuente siga libre”, dijo la presidencia de Ecuador en un comunicado.
Glas, que había sido “sentenciado a prisión por la justicia ecuatoriana”, fue detenido y puesto “a órdenes de las autoridades competentes”.
Varios diplomáticos resultaron heridos en el incidente, según Alicia Bárcena, secretaria de relaciones exteriores de México.
La tensión entre México y Ecuador ha ido en aumento en los últimos días. El miércoles, Obrador hizo comentarios, considerados “desafortunados” por Ecuador, sobre la violencia durante las elecciones del año pasado, ganadas por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa.
Al día siguiente, Ecuador declaró a la embajadora mexicana persona non grata y dijo que debía abandonar el país.