Rodrigo Díaz M.
Ha pasado más de un año desde que la empresa matriz de Facebook se rebautizó como Meta, y en ese tiempo la compañía ha entrado en una caída libre financiera.
Si se compara el valor de mercado de Meta desde que se anunció por primera vez el 28 de octubre de 2021 con el actual, la empresa se ha reducido en unos 650 billones de dólares.
Las acciones de Meta se desplomaron un 24% el jueves pasado, hasta los 97,94 dólares, hundiendo sus acciones hasta lo más bajo que han estado en casi cuatro años.
Esto le costó a Meta unos 67 billones de dólares, que se suman al más de medio billón de dólares de valor perdido sólo en 2022.
La capitalización bursátil de Meta es ahora de 263 billones de dólares. Su valoración es inferior a la de Home Depot y se ha visto obligada a salir de las filas de las 20 empresas más importantes del mundo.
Mark Zuckerberg, el consejero delegado de Facebook, vio cómo su propia fortuna personal caía 11 billones de dólares tras el desplome de las acciones, según Forbes, que lo rebajó de la persona más rica número 25del mundo a la 29 al cierre del mercado el jueves.
El incidente se hace eco de un desplome anterior, en febrero, en el que se borraron unos 200 billones de dólares del valor de mercado de Meta, la mayor pérdida de valor de mercado jamás registrada por una empresa estadounidense.
Desde que cambió su nombre por el de Meta y realizó una fuerte inversión para crear el “metaverso”, un mundo de realidad virtual, la empresa matriz de Facebook ha estado plagada de problemas. Desde principios de 2022 hasta ahora, la empresa ha perdido el 70% de su valor original.
El año pasado por estas fechas, el día en que Facebook se rebautizó como Meta, la capitalización bursátil de la empresa era de poco más de 900 billones de dólares. Pocas semanas antes había alcanzado su valor máximo de más de un billón de dólares, uniéndose a un exclusivo club formado por Apple, Microsoft, Alphabet y Amazon. La empresa estaba en lo más alto.
Ahora, un año después, Meta salta de crisis en crisis.
En febrero, cuando las acciones de Meta cayeron un 23%, los usuarios activos diarios de Facebook se redujeron por primera vez, lo que provocó una gran conmoción en el gigante tecnológico.
Más tarde, en julio, Meta comunicó el primer descenso de ingresos de su historia, provocado por la caída del gasto en publicidad a medida que la economía empezaba a arrastrarse. La competencia por los ingresos publicitarios también se ha intensificado con el mayor competidor de Meta en el espacio de las redes sociales, TikTok.
Todos estos factores han estado trabajando juntos para frenar las ganancias de Meta y también nos llevan a la semana pasada, cuando las acciones de Meta se derrumbaron de nuevo.
Al igual que la pérdida masiva de un día vista el 2 de febrero, el desplome de las acciones de Meta el jueves pasado fue provocado por un débil informe de ingresos, que predice una disminución del 50% en los beneficios, con planes para mantener su alto gasto en la construcción del metaverso, a la suma de alrededor de 87 billones de dólares, que aumentará a alrededor de 100 billones de dólares el próximo año.
Parece que hay un conflicto entre Meta y sus inversores, que ven el metaverso como un pozo de dinero y piden que la empresa recorte costes a medida que la economía se ralentiza, mientras Zuckerberg lo apuesta todo a su tecnología de realidad virtual.
La división de realidad virtual y aumentada de Meta, Reality Labs, ha gastado ya 9.4 billones de dólares este año (hasta el 30 de septiembre) en la creación del metaverso, pero parece que los consumidores no están tan interesados.
Meta se fijó el objetivo de tener 500 mil usuarios activos mensuales para Horizon Worlds, su plataforma de realidad virtual, pero un informe del Wall Street Journal reveló que la empresa logró menos de la mitad de esa cifra.
El informe también reveló que la mayoría de los usuarios del metaverso no volvieron después del primer mes. Parece que, si Meta quiere convertirse en líder de la próxima generación de tecnología, va a tener que trabajar para convencer tanto a los inversores como a los consumidores.