Por Oscar Vigil
Un amplio reportaje publicado recientemente por el periódico estadounidense The New York Times dice que una vez que el gobierno canadiense ha reforzado las operaciones fronterizas para detener a los migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos, una de las principales quejas del presidente Trump, los primeros datos muestran que ahora la gente está empezando a huir de Estados Unidos hacia Canadá.
Desde antes de su investidura, Trump acusó a Canadá de permitir la entrada de un gran número de migrantes no autorizados a Estados Unidos, y ha hecho de la detención de ese movimiento una exigencia clave bajo la que amenaza de imponer aranceles abrumadores a las exportaciones canadienses hacia Estados Unidos.
Canadá se ha movilizado. Ha desplegado más personal y equipo a lo largo de la frontera y ha endurecido las normas de visado, algo que según los críticos, convirtió a Canadá en un trampolín para entrar ilegalmente a Estados Unidos.
El número de cruces ilegales a Estados Unidos desde Canadá era relativamente bajo al principio, y ahora se ha desplomado, lo que indica que la respuesta de Canadá a la presión del presidente Trump está dando resultados.
Pero ahora está surgiendo una nueva dinámica en la frontera: los solicitantes de asilo huyen hacia el norte, a Canadá, al momento en que Trump se ha embarcado en su plan de deportaciones generalizadas.
El número de personas detenidas el año pasado que cruzó ilegalmente de Canadá a Estados Unidos fue de casi 24,000. (Esta cifra es insignificante en comparación con los cruces desde México: el año pasado, más de 1.5 millones de personas fueron detenidas en la frontera sur de Estados Unidos, según datos del gobierno estadounidense).
Canadá ha destinado 1,300 millones de dólares para mejorar la seguridad fronteriza, añadiendo dos helicópteros Black Hawk y 60 drones equipados con cámaras térmicas.
También endureció los requisitos para las visas temporales que algunos visitantes utilizaban para llegar a Canadá legalmente, pero luego ingresar a Estados Unidos ilegalmente.
El gobierno canadiense afirma que sus recientes medidas han reducido el número de cruces no autorizados hacia Estados Unidos: alrededor de 600 migrantes fueron interceptados en la frontera en enero, en comparación con los aproximadamente 900 de enero de 2024, según datos estadounidenses.
La atención de Canadá a la frontera, en el contexto de la represión interna de Trump contra los migrantes, es la razón por la que nueve personas que ingresaron a Alberta el 3 de febrero generaron alarma: era inusual ver a un grupo tan grande cruzando a pie en pleno invierno. La presencia de niños pequeños lo hizo aún más preocupante.
Las autoridades canadienses afirman que han estado interceptando a más personas que llegan de Estados Unidos. En Alberta, los cálculos preliminares muestran que hasta 20 personas han sido detenidas cruzando la frontera ilegalmente en lo que va de año, incluyendo niños de tan solo 2 años.
En contraste, solo siete personas fueron detenidas cruzando la frontera ilegalmente en Alberta en todo 2024.
De los nueve migrantes encontrados en Alberta el 3 de febrero, siete, incluyendo tres niños de 13, 10 y 7 años, eran venezolanos, según informó la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) a The New York Times. Los otros dos eran niños colombianos de 7 y 5 años.