Por Diego Hernández Tejeda
El atacante del París Saint-Germain, quien ocupó el sitio de Dembelé para este compromiso de la fase de octavos de final, disputado en el Estadio Kazán Arena, eclipsó a Lionel Messi, quien estuvo muy lejos de la pelota, aunque el argentino tuvo un par destellos, que significaron dos goles de los sudamericanos.
Con la victoria, la selección gala no solo avanzó a los cuartos de final, sino que acabó con la supremacía que mantenía la Albiceleste en las Copas del Mundo con dos triunfos: por 1-0 en Uruguay 1930 y 2-1 en Argentina 1978.
Pero, el ingreso de Mbappe por Dembelé no fue el único cambio que realizó Diddier Deschamps, estratega de los europeos para este compromiso, ya que hizo cinco modificaciones más en relación al once que inició en la última jornada de la fase de grupos que empataron sin goles ante Dinamarca en los que Lloris tomó el lugar de Mandanda en la portería, en tanto que Sidibe el de Pavard, Umtiti el de Kimpembe, Paul Pogba el de Nzonzi y Matuidi el de Lemar.
Y pareció que los cambios funcionaron, porque muy pronto, Francia comenzó a mostrar su fortaleza, velocidad y técnica con la pelota controlada, y por eso en el minuto Antoine Griezmann, reventó el travesaño en un tiro libre, y un minuto después, Mbappé, salió con la pelota controlada desde los tres cuartos de cancha y como un verdadero meteoro se metió al área donde fue trompicado por Marcos Rojo, y el árbitro no dudó marcar la pena máxima, que fue cobrada en el 13, por Griezmann con un disparo por abajo y casi al centro después que Armani se había lanzado a su izquierda.
Y aunque los argentinos tenían mayor posesión de pelota, eran los franceses quienes daban mayor sensación de peligro y quienes mostraban mejor conjunción, entrega y sacrificio, por eso el propio Antoine Griezmann, despojó en su propia área a Lio Messi de una pelota en el minuto 37 de tiempo corrido.
Sin embargo, en el 41, Ángel Di María se animó desde fuera del área y puso la pelota pegada al poste izquierdo, con un gol de otro partido para el 1-1, y que el argentino celebró, señalándose sus partes nobles.
Para la segunda parte, Jorge Sampaoli, que de entrada solo había realizado una modificación en el once que derrotó a Nigeria, con el ingreso de Pavón por Higuaín, mandó a la cancha a Fazio en lugar de Rojo, que ya estaba amonestado, pero también para tener un hombre alto que compitiera por arriba con los galos.
Tres minutos después, pareció que los argentinos recibieron un premio injusto con la voltereta, porque tras un rechace en un saque de esquina Lionel Messi sacó un disparo que Mercado desvió y la pelota se fue al fondo para el 2-1.
El gol cayó como un balde de agua fría a los franceses, pero no dejaron de luchar, y en el 55, Fazio retrasó una pelota a Armani, que Griezmann estuvo a punto de aprovechar, pero su disparo pegó en la parte de afuera de las redes.
Dos minutos después, Lucas Hernández galopó por la banda izquierda y envió un centro hasta el segundo palo para la llegada de Benjamin Pavard, quien conectó de volea y la pelota se metió pegada al poste derecho: 2-2.
Pero, todavía faltaba el show de Mbappé, quien terminó siendo la figura del partido: en el 63 tomó un rebote, dejó dos rivales y venció a Armani para el 3-2; y cinco minutos después, en otro contragolpe, el propio Kylian recibió una pelota por la derecha y cruzó su disparo ante la salida del portero para el 4-2.
Más desesperado que de costumbre, sin dejar de recorrer su área técnica como un león enjaulado, Jorge Sampaoli, empezó a “quemar sus naves” y mandó a la cancha a Sergio Agüero por Pérez en el 66 y luego a Mesa por Pavón en el 75, pero el gol del “Kun” llegó tarde, en el 90+3, y un par minutos después el árbitro iraní, Alireza Faghani, pitaba el final del partido que decretaba la eliminación de los argentinos.
La selección gala ahora esperará al ganador de la llave entre Uruguay y Portugal que se disputará este mismo sábado, donde no podrá participar Blaise Matuidi, por acumulación de tarjetas amarillas.
Alineaciones iniciales:
Francia: Lloris, Pavard, Varane, Umtiti, Lucas Hernández, Kante, Pogba, Mbappe, Griezmann, Matuidi y Giroud.
Argentina: Armani, Mercado, Marcos Rojo, Otamendi, Tagliafico, Pérez, Mascherano, Banega, Pavón, Di María y Messi.
