Rodrigo Díaz M.
Según la Asociación Médica de Ontario (OMA, por sus siglas en inglés) la pandemia del COVID-19 ha dejado un retraso estimado de 15,9 millones de cirugías, exámenes de diagnóstico, pruebas de detección y otros procedimientos médicos que deberían haberse realizado en Ontario.
Esto equivale a más de un procedimiento médico perdido por cada residente de Ontario, dijo el presidente de la OMA, el Dr. Adam Kassam, en una sesión informativa esta semana.
“Los casos de COVID-19 en Ontario por fin están disminuyendo”, dijo. “Pero tres olas significativas de la infección han creado un largo retraso en las cirugías, exámenes de diagnóstico y otros procedimientos de atención médica”.
En un comunicado, la OMA estimó que los seis principales procedimientos perdidos o retrasados en la provincia son:
- Resonancias magnéticas (477.301).
- Tratamientos contra el cáncer (269.683).
- Cirugías de cataratas (90.136).
- Prótesis de rodilla (38.263).
- Prótesis de cadera (16.506).
- Cirugía de bypass coronario (3.163).
Estas estimaciones se suman al número de personas que ya estaban en lista de espera antes de la pandemia.
“Hemos visto que se realizan menos pruebas preventivas para detectar enfermedades, como mamografías para el cáncer de mama, pruebas para la detección del cáncer de colon y pruebas PAP para el cáncer de cuello de útero”, dijo el Dr. Sohal Goyal, médico de familia y presidente de la Red de Atención Primaria de Mississauga Halton, que intervino en la sesión informativa de la OMA.
“Se han hecho menos pruebas cardíacas para detectar enfermedades del corazón. Menos análisis de sangre para detectar enfermedades como los altos niveles de colesterol”.
Esto significa que el tipo de detección precoz que conduce a un tratamiento temprano o a la prevención de enfermedades no se está produciendo tanto como debería, dijo Goyal.
Además, dijo, muchos pacientes con enfermedades crónicas, como la diabetes, no están siendo controlados.
La OMA también destacó que los problemas de salud mental han aumentado durante la pandemia y requerirán una atención continua en los próximos años.
La eliminación de los atrasos llevaría entre cuatro y 22 meses, dependiendo del procedimiento, si el personal sanitario trabajara al 120%, algo que no es sostenible.