Al ahondar en las causas del exilio, nos damos cuenta de que ciertamente cada persona que sale de su país de origen tiene una historia particular en su proceso de emigración. Mario Guilombo, como todo ser humano que nace en una tierra a la que reconoce como parte de su existencia, ansiaba realizar sus sueños en su patria natal, Colombia.
Por Francisco Reyes
TORONTO. “Nací en El Tolima. Desde muy joven me dediqué allí a la acción social y comunitaria con mi madre, Laura Costa. Apoyábamos a los mineros artesanales y ayudábamos a las personas que venían de las zonas rurales, ofreciéndoles hospedaje y asistencia médica”.
Pero una decisión de joven maduro cambió el rumbo de su vida para siempre. “Ingresé en la Marina de Guerra, donde duré un tiempo considerable. Dentro de mi actividad investigativa toqué aspectos sensibles que me obligaron a abandonar el país”.
No se trataba de persecución política o militar, sino que “criminales atentaron contra la vida de mi única hija, hiriéndola de bala; contra la mía y la de mi madre, si yo no paraba ciertas investigaciones militares que estaba realizando”.
Reiteró que “miembros corruptos del gobierno (de finales de la década de 1980) me obligaron a abandonar el país bajo presión, bajo persecución”.
Abundó que “gracias al apoyo de las Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional, y con una respuesta oportuna y rápida del gobierno de Canadá, pude abandonar mi país y llegar aquí en diciembre del 2001, salvando la vida de mi hija, Liliana, y la de mi esposa, Lilian”.
Al llegar a Canadá con residencia permanente, fue albergado en un “shelter” como persona protegida por el gobierno canadiense. “Desde allí, en COSTI, vi lo que otras personas desconocidas hicieron por mí y de ahí surgió la necesidad de ayudar a otros”.
Continuó relatando que, a los tres días de haber llegado a este país, pasó frente a una iglesia hispana en College Street, la de San Esteban de los Campos. “Toqué la puerta y el sacerdote de origen chileno, Maurice François, me abrió. Le dije: ‘yo soy abogado, con experiencia en trabajo social. Quiero ayudar a mi gente, así como desconocidos me ayudaron’. Me respondió: ‘Mi oficina es su oficina’. Y fue un empezar de inmediato”.
Agregó que empezaron a trabajar “en un proyecto llamado Casa Latinoamericana. Luego fundamos Casa de las Américas, en el centro de la ciudad. Posteriormente la trasladamos a la zona de Jane y Finch, que es la mejor área de trabajo social que tiene Canadá, dado los niveles de conflictos generados en esa área de problemáticas sociales”.
Casa de las Américas tenía una Sección de Derechos Humanos que fue lo que dio cuerpo a la fundación de la Canadian Human Rights International Organization (CHRIO)”.
Al hablar de los objetivos que persigue esa organización, Mario Guilombo expresó que “buscamos promover, educar y defender los Derechos Humanos, a través de cursos, seminarios, para que la gente vaya conociendo cuáles son sus derechos”.
Agregó que a través de YouthforHumanRights.org proveen todo el material necesario para que jóvenes y adultos se eduquen sobre los DDHH. “Les hablamos sobre el Código Provincial de DDHH, del Acta de Derechos Humanos de Canadá y todo lo relacionado con convenciones y protocolos para que conozcan cuáles son sus derechos y los defiendan correctamente”.
Destacó que CHRIO y el Colectivo de Derechos Humanos Laura Acosta (Cohuridela), organizaciones localizadas en el 1725 Finch Ave West, ofrecen servicios a los hispanos en materia de refugio. “Por aquí ha pasado una cantidad considerable de personas a las cuales se les ha servido a nivel local, provincial, Federal e internacional”.
Se refirió, además, a las misiones de CHRIO. “Cada una de ellas ofrece apoyo y consejería tales como ‘shelters’ para personas sin hogares, a través de la Cruz Roja. Si requieren asistencia médica, llamamos a la Cruz Roja o a Médicos Sin Fronteras para que los asistan. También, si necesitan solicitar refugio, proveemos abogados hispanos que trabajan en esa área, de modo que no estén en el limbo”.
Fue explícito al decir que “no representamos en ninguna corte judicial en ningún lugar; sólo lo hacemos en la Corte Internacional de DDHH, la Corte Penal Internacional o los tribunales que corresponden al Tribunal de DDHH de la ONU”.
Abundó que CHRIO tiene misiones internacionales en varias partes del mundo. “Nuestra meta es llegar a tener una misión en cada continente. Tenemos la expectativa de cubrir África, llegando a países como Tanzania, Nigeria, Marruecos y otros. Se están dando pasos para que las banderas de CHRIO y Canadá flamen en cada país. Tenemos misiones en algunos países asiáticos, tales como Naimar (Burma), Bangladesh y Pakistán. En Europa hay misiones en Holanda, Alemania e Italia”.
Al ser preguntado sobre las dificultades, dijo que han sido pocas, porque en el caso de los refugiados, Canadá tiene todo organizado para darles asistencia, tan pronto su organización los ayude a solicitar el refugio.
Expresó que muchos hispanos, al desconocer la existencia de estas dos organizaciones, pierden la oportunidad de que se les asista en materia de derechos humanos.
*Francisco Reyes puede ser contactado en [email protected]
CITA
“Yo soy abogado, con experiencia en trabajo social. Quiero ayudar a mi gente, así como desconocidos me ayudaron”, dice Mario Guilombo
CIFRA
2001
Fue el año en que llegó como refugiado a Canadá el ahora dirigente comunitario hispano