Rodrigo Díaz M.
Madonna ofreció un concierto gratuito en Río de Janeiro el sábado pasado por la noche, con multitud de fans que acudieron a ver a la ídolo del pop en la famosa playa brasileña de Copacabana.
“Río, aquí estamos en el lugar más hermoso del mundo”, declaró Madonna al comienzo de su actuación.
El espectáculo era la última parada de la gira Celebration Tour, con la que la cantante de 65 años celebra sus 40 años en la industria de la música.
Se calcula que asistieron al espectáculo más de 1,6 millones de fans.
Se vio a multitud de fans bailando al ritmo de las canciones de Madonna que sonaban desde los altavoces del escenario, horas antes de que llegara la superestrella estadounidense.
En lo que muchos han calificado de espectáculo “histórico”, Madonna impresionó al público con múltiples cambios de decorado, vestuario y juegos de luces.
La cantante interpretó algunos de sus grandes éxitos, como “Nothing Really Matters”, “Like a Prayer” y “Vogue”, y en un momento dado se le unió en el escenario la cantante brasileña Anitta.
A lo largo de la playa se colocaron pantallas gigantes para que el público, en su mayoría brasileño, pudiera seguir el acontecimiento. Algunos lo vieron desde apartamentos u hoteles, otros desde barcos.
También hubo una gran presencia policial para garantizar la seguridad de todos los asistentes.
Camisetas, recuerdos y vallas publicitarias con el rostro de Madonna adornaban el barrio, mientras crecía la expectación ante el concierto.
Desde que irrumpió en las listas británicas con Holiday en 1984, Madonna ha cosechado otros 71 éxitos, 13 de ellos números uno.
Algunos, como “Vogue”, “Like A Prayer” y “Ray of Light”, son temas que definen una época. Otros, como “Live To Tell” y “Don’t Tell Me”, son de los favoritos de los fans.
En junio del año pasado, la superestrella fue encontrada inconsciente en su apartamento de Nueva York y trasladada al hospital, donde recibió tratamiento para una grave infección bacteriana.
Pero desde entonces ha recuperado todas sus fuerzas y su gira ha estado marcada por sus características actuaciones llenas de energía.
El concierto de Río fue el broche final de una gira de 80 conciertos por Europa y Norteamérica.