Rodrigo Díaz M.
Los partidos de extrema derecha sacudieron a los poderes tradicionales de la Unión Europea con importantes ganancias en escaños parlamentarios, infligiendo una derrota especialmente humillante al presidente francés Emmanuel Macron, que ahora ha convocado elecciones legislativas anticipadas.
Algunas papeletas de la votación para el Parlamento Europeo todavía se estaban contando el lunes, pero el resultado mostró que la composición del parlamento del bloque de 27 naciones se ha desplazado claramente hacia la derecha.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, duplicó con creces los escaños de su partido en la asamblea. Y a pesar de verse acosado por un escándalo de candidatos, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania obtuvo suficientes escaños para superar a los socialdemócratas del Canciller Olaf Scholz.
Los cristianodemócratas de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, sintiendo la amenaza de la extrema derecha, ya habían dado un giro a la derecha en materia de inmigración y clima antes de las elecciones, y se vieron recompensados al seguir siendo con diferencia el grupo más numeroso de los 720 escaños del Parlamento Europeo y los agentes de facto de los poderes cada vez más amplios de la legislatura.
Pero el auge de los partidos nacionalistas y populistas en toda Europa hará mucho más difícil que la asamblea apruebe legislación sobre cuestiones que van desde el cambio climático a la política agrícola durante los próximos cinco años.
Pero, sin duda, la estrella de una noche electoral asombrosa fue el partido Rally Nacional de Marine Le Pen, que dominó las encuestas francesas hasta tal punto que Macron disolvió inmediatamente el Parlamento nacional y convocó nuevas elecciones para finales de este mes. Se trata de un enorme riesgo político, ya que su partido podría sufrir más derrotas, dificultando el resto de su mandato presidencial, que finaliza en 2027.
Le Pen aceptó el reto. “Estamos listos para cambiar el país, listos para defender los intereses de los franceses, listos para poner fin a la inmigración masiva”, dijo, haciéndose eco del grito de guerra de tantos líderes de extrema derecha en otros países que celebraban importantes victorias.
Su Agrupación Nacional obtuvo más del 30%, o casi el doble que el partido centrista pro europeo de Macron, Renovación, que se prevé que alcance menos del 15%.