Por Alejandro A. Morales
TORONTO. Cuando se avecina un crítico período eleccionario como el actual, donde las plataformas partidarias despliegan la generosidad de sus ofertas, es cuando debemos comenzar a mirar de cerca los problemas generales de nuestra tercera edad o los del desarrollo comunitario en nuestra comunidad.
Necesitamos información detallada sobre las necesidades de los individuos y de las organizaciones que la constituyen, así como sobre los recursos que nuestra comunidad tiene disponible para solucionar esas necesidades. La mejor manera de conseguir la información que necesitamos es a través de desarrollar e identificar un plan para identificar las necesidades y los recursos locales.
Las necesidades se pueden definir como el hueco entre cómo se encuentra la situación actual y cómo debería ser esa situación. Una necesidad puede ser sentida por un individuo, un grupo o una comunidad entera. Puede ser tan concreta como la necesidad de alimento y agua o tan abstracta como mejorar la cohesión de la comunidad. Examinar las necesidades nos ayudará a descubrir lo qué falta en la comunidad y nos pone en la dirección que debemos tomar para la futura mejora.
Los recursos o medios son esas cosas que pueden ser utilizadas para mejorar la calidad de vida de los individuos. Puede ser cualquier aspecto de la gente, de los lugares o de las organizaciones. Todo ello, representa a individuos usando los recursos que tienen para mejorar a la comunidad. Cada uno de ellos es un medio o recurso y cada uno tiene medios o recursos que pueden ser utilizados para el fortalecimiento de la comunidad.
Hay muchas buenas razones para identificar necesidades y recursos de la comunidad:
– Entender el ambiente en el cual trabajaremos. Tratar de mejorar a la comunidad sin comprenderla primero es como intentar vender aire condicionado a los pingüinos.
– Saber qué siente la comunidad acerca de un problema y quiénes piensan en las necesidades que se han de resolver. Para tener una idea clara y global del problema es importante conocer las opiniones de los miembros de la comunidad, al mismo tiempo que se describan los recursos y las limitaciones del área.
– Tomar decisiones sobre las prioridades para la mejora de la situación identificada. Una vez que hayamos evaluado la comunidad, es mucho más fácil llevar a cabo esfuerzos que produzcan mejoría visible para ellos.
Cuando se identifican las necesidades de la comunidad y se especifica a quienes van dirigidos los esfuerzos, mucha gente resulta beneficiada. Estos beneficios incluyen a:
- a) Los que experimentan el problema. Antes de que se comience a implementar un programa de cambio, tiene sentido evaluar las necesidades de las personas que serán las más afectadas. La comunicación con la gente que está viviendo directamente el problema, les capacitará para discutir cuáles son sus necesidades con quienes tienen los recursos para poder solucionarlas, aumentando así las probabilidades de incluirlas en las plataformas electorales.
- b) Proveedores de servicios. Cuando las necesidades de la comunidad son identificadas, los proveedores de servicios pueden ser más eficientes y efectivos al dirigirse hacia las preocupaciones de la comunidad.
- c) Los líderes de la comunidad. Una vez que las necesidades y los recursos de la comunidad se han identificado, los líderes tienen el conocimiento para tomar las mejores decisiones, para explicar acciones, para escribir solicitudes de concesiones y hacer presión en beneficio del segmento demográfico que representan.
Todos se benefician cuando se identifican las fortalezas y limitaciones de la comunidad. A partir de aquí, los miembros de la comunidad pueden trabajar en conjunto para mejorar y alcanzar un mayor bienestar, utilizando sus fortalezas para construir un futuro mejor.
¿Cuándo deben ser identificados las necesidades y los recursos?
El hecho de identificar las necesidades y los recursos puede ser útil para la comunidad en casi cualquier momento del proceso. Si el grupo tiene una meta específica, tal como incrementar el número de camas en los hospitales y los hogares de cuidado a largo plazo, se puede lograr una mejor comunicación con el entorno de nuestro adulto mayor en busca del objetivo y así elaborar una meta abordable y efectiva.
Se debería identificar recursos y necesidades sobre una base continua:
– Antes de planear cualquier iniciativa o proyecto que necesita llegar a los oídos de los candidatos o políticos establecidos.
– Durante la puesta en práctica de una iniciativa. Es importante cerciorarse de que estamos dirigidos al objetivo, no solamente al principio y al final del proyecto, sino también durante su puesta en práctica.
– En una base continua. Cuando los esfuerzos son revisados. Tras la finalización de cualquier proyecto, es importante celebrar éxitos y también aprender de lo pasado para el desarrollo futuro de programas de la comunidad.
Finalmente, con el objetivo de materializar ideas y delinear claramente las necesidades y el mejoramiento de los recursos, habrá que mantener un contacto permanente en la forma de reuniones, lluvia de ideas, foros, cabildos abiertos con aquellos que poseen las necesidades más urgentes. (Fuente: Community Tool Box, Kansas University).