Por Alejandro A. Morales
TORONTO. Las estadísticas concernientes a enfermedades típicas de la edad suelen afectarnos, sobre todo aquellas que son de orden crónico, pero también aquellas que están relacionadas con la pérdida de las capacidades cognitivas, como es el caso de la demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer. Las dolencias comienzan a afectar a nuestros adultos mayores, en su mayoría, después de los 60 años, salvo raras excepciones cuando nuestros adultos llegan a los 40 o 50 años de edad.
Algunas de estas dolencias o enfermedades son prevenibles y pueden ser combatidas con medicamentos y conductas adecuadas. Otras, son todavía incurables, aunque aquí juega un rol muy importante la prevención, la que normalmente debiera ser parte de nuestras vidas en cualquier edad y así aumentar las posibilidades de una vejez saludable.
Una seria preocupación para quienes nos acercamos ineludiblemente a una edad avanzada es el que nos amedrentan las llamadas demencias y como parte de ellas el Alzheimer. Se estima que en Canada más de medio millón de personas sufren de esta dolencia y, pareciera ser que los números indicados aumentan progresivamente. Se estima que el gasto del erario nacional, incluyendo aquellos desembolsados por parientes y cuidadores, por el gasto de tratamientos alcanza a los 10,500 millones de dólares anualmente.
Haremos una sinopsis de como podemos enfrentar estos “achaques” propios de la edad y como prevenirlos de la mejor eficaz manera. En el caso de Alzheimer, la edad es un factor importante de considerar, ya que a los 60 el factor de riesgo es un 10%, mientras que a los 85 es un 40%. Los pilares fundamentales en la lucha contra el Alzheimer son el ejercicio físico, una nutrición adecuada, ya que la obesidad cuadruplica el riesgo. El ejercicio mental es vital en este caso y también la eliminación, si es posible, del stress. También el sueño adecuado juega un rol importante en la lucha contra esta enfermedad y las demencias en general.
¿Cuál es la mejor manera de protegernos de la mala salud a medida que envejecemos? Aunque no hay nada que podamos hacer sobre algunos factores, como los genes que heredamos de nuestros padres, hay pasos que podemos tomar para minimizar el riesgo de una vejez dolorosa y discapacitada. Podremos ver que, muchas de las mismas estrategias preventivas, como no fumar, comer y beber de forma saludable, hacer ejercicio y vigilar el peso, ofrecen protección contra una serie de condiciones de salud graves.
En el caso del cáncer, la investigación ahora muestra que la mitad de todos los cánceres podrían prevenirse mediante cambios en el estilo de vida. Dejar de fumar: no solo causa cáncer de pulmón, sino que también aumenta el riesgo de cáncer de boca, estómago y cuello uterino. Las pipas, cigarros, roll-ups y cigarrillos con bajo contenido de alquitrán no son más saludables como alternativas. El humo de segunda mano también es un factor de riesgo: evitemos vivir en una atmósfera llena de humo.
Las enfermedades cardiovasculares: La mejor manera de reducir este grupo de enfermedades es reducir o prevenir la acumulación de grumos de grasa en las arterias (conocida como aterosclerosis). Pueden dar lugar a bloqueos peligrosos que causan ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Dejar de fumar: daña las arterias, y el hacerlo es lo mejor que se puede hacer para reducir su riesgo. Hay que hacer ejercicio regularmente, ya que eso reducirá el riesgo de enfermedad cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
Osteoartritis: Dos de cada 10 personas mayores de 60 sufren de osteoartritis, una dolorosa enfermedad articular que afecta las caderas, las rodillas, la columna vertebral y las manos. Por lo general, se activa de forma gradual, por lo que, al primer signo, puede tomar medidas para mantenerlo a raya. Es necesario mantener un peso saludable: probablemente sea lo más importante que se puede hacer, ya que el exceso de peso ejerce presión sobre las articulaciones de la rodilla y la cadera. Hacer ejercicio regularmente: protege las articulaciones al mantener los músculos fuertes. Si no hay seguridad de qué tipo de ejercicio se necesita, buscar un fisioterapeuta para que cuide las articulaciones.
La diabetes, causada por demasiada glucosa en la sangre, puede provocar problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, daños a los nervios, problemas en los ojos y los pies. Perder peso si hay sobrepeso u obesidad. Es posible que se deba considerar tomar medicamentos junto con los cambios en el estilo de vida. En particular, mantener la medida de la cintura bajo control. Hacer ejercicio regularmente. Dejar de fumar o beber alcohol con moderación. Controlar regularmente la presión arterial y los niveles de colesterol.
Las medidas preventivas mencionadas en cada una de estas dolencias típicas de nuestra tercera edad parecieran ser simples y repetitivas, pero una vejez saludable está esencialmente basada en la noción de observar y mantener una disciplina adecuada para alejar las enfermedades y probablemente llegar a los 100 años.