Rodrigo Díaz M.
El Informe sobre los precios de los alimentos del 2024, publicado por investigadores canadienses, estima que los precios de los alimentos aumentarán entre un 2,5% y un 4,5% durante el próximo año, lo que supone una reducción respecto a la previsión del 5% al 7% del año anterior.
El informe llega en un momento en el que los responsables de dos grandes supermercados canadienses han testificado ante la Comisión de Agricultura de la Cámara de los Comunes sobre los planes para estabilizar el coste de los alimentos.
El informe predice que los costos de los alimentos subirán en la mayoría de las categorías, siendo los más elevados los de la panadería, la carne y las verduras, todos ellos con un aumento estimado de entre el 5% y el 7%. Sin embargo, el informe prevé que los productos lácteos y las frutas registren la menor subida, entre el 1% y el 2%. Se espera que los restaurantes experimenten un modesto aumento del 3% al 5%, mientras que lo que el informe denomina “otros” alimentos subirá entre 2% y 4%.
Según los investigadores, una familia de cuatro miembros puede llegar a gastar hasta 16.297,20 dólares, lo que supone un aumento de unos 701,79 dólares en comparación con lo gastado en el 2023. Se espera que un hogar de dos adultos gaste unos 7.715,78 dólares, un aumento de unos cuatro dólares respecto a la cantidad prevista el año anterior.
Los aumentos previstos para el año que viene se producen cuando la inflación de los alimentos se sitúa en torno al 5,4%, según las cifras de Statistics Canada publicadas el mes pasado. En septiembre, la tasa se situó en torno al 5,8%, lo que supone un descenso respecto al 6,9% de agosto.
El año pasado, los canadienses tuvieron que hacer frente al aumento de los precios, por lo que el gobierno federal presionó a los grandes supermercados para que estabilizaran los precios de los alimentos.
Aunque la inflación alimentaria parece estar remitiendo, el informe señala que diversos factores, como la guerra en curso en Ucrania, el aumento de los precios del petróleo y la presión inflacionaria debida a la escalada del conflicto en Oriente Medio, podrían seguir provocando subidas de precios en productos como la carne y la bollería. También señala que es muy probable que el cambio climático y los costos energéticos, ambos con un impacto muy significativo en los precios, influyan en los costes alimentarios previstos para el próximo año. Cuestiones como el costo de los insumos o los riesgos geopolíticos, que también pueden tener un impacto significativo, es probable que tengan un efecto, pero aún está por ver si será un aumento o una disminución, según los investigadores.