Rodrigo Díaz M.
Según un nuevo estudio publicado en el Canadian Medical Association Journal, incluso con altas tasas de inmunización, las personas no vacunadas amenazan la salud de las personas vacunadas contra el COVID-19 en una mayor medida de lo previsto.
“Realmente hemos tendido a olvidar que estamos en una pandemia de una enfermedad transmisible, lo que significa que nuestras acciones afectan a los que nos rodean”, dijo Dr. David Fisman, coautor del estudio.
Publicado el 25 de abril, el estudio utiliza un modelo de enfermedades infecciosas basado en la provincia de Ontario para reproducir las interacciones entre subpoblaciones vacunadas y no vacunadas en una población mayoritariamente vacunada.
“Utilizamos los modelos de muchas maneras diferentes”, dijo Fisman. “Sólo son versiones simplificadas de la realidad”.
Este modelo en particular, utilizó diferentes técnicas de mezcla para entender cómo difieren las tasas de infección entre los que tienen y los que no se han vacunado.
Los parámetros del modelo incluían la eficacia de la vacuna, una inmunidad de base en las personas no vacunadas y una tasa de recuperación de la infección, entre otros.
Las tasas infección entre los vacunados contra el COVID-19 fueron más altas cuando se mezclaron aleatoriamente dentro de la subpoblación no vacunada y fueron más bajas cuando estaban rodeados de otros que también están vacunados.
En el caso de los no vacunados, las tasas de infección eran más bajas cuando se mezclaban con la subpoblación vacunada.
En esta etapa de la pandemia del COVID-19, los funcionarios de salud pública como Kieran Moore y Bonnie Henry han estado promoviendo que cada uno maneje el virus “bajo su propio riesgo”, según Fisman.
“Sin embargo, a fin de cuentas, se trata de una acción colectiva. Por desgracia, en un sistema de enfermedades transmisibles, todos estamos conectados y por eso tenemos que confiar en el sistema de salud pública para cosas como ésta”, dijo Fisman.
“La decisión de vacunarse no puede enmarcarse sólo como una cuestión de elección personal, porque tiene implicaciones para la salud de otras personas en la comunidad”, añadió. Los resultados del estudio se mantuvieron relevantes incluso cuando se proveyeron niveles más bajos de eficacia de la vacuna, como en aquellos que no han recibido una dosis de refuerzo o con las nuevas variantes del virus.