He aquí el humilde champiñón. Aunque la mayoría de nosotros pensamos que solo es un ingrediente sabroso para sopas, pizzas y platos de verduras, los champiñones son un alimento versátil y sostenible.
Requieren menos el agua
Aunque los champiñones son en su mayor parte agua, necesitan mucha menos agua para crecer que muchos otros alimentos que consumimos. Se necesitan unos 6,8 litros para cultivar 0,5 kg de champiñones. Muchas de las hortalizas más comunes que puede encontrar en su supermercado local necesitan una media de 17,6 litros de agua por kilo de alimento y algunas proteínas animales pueden llegar a necesitar una media de 1.180 litros para producir un kilo de proteína.
Son locales
Los productores canadienses cultivan champiñones todo el año, de costa a costa. Al comprar a productores locales, se reduce la huella de carbono necesaria para llevar los alimentos de la granja a la mesa. Los propios champiñones también tienen una pequeña huella de carbono, de 0,5 kg de dióxido de carbono por libra (0,5 kg) de alimento.
No necesitan mucho espacio
Se necesita muy poco espacio para cultivar muchos champiñones. Con sólo 0,4 hectáreas de espacio, se pueden cultivar hasta 450 mil kg de setas.
Eficiencia energética
El cultivo de setas requiere muy poca energía. De hecho, se puede cultivar medio kilo de champiñones con sólo 1 kWh de electricidad. Es la misma cantidad de energía necesaria para hacer funcionar una bombilla de 100 vatios durante 10 horas.
Son un ingrediente diverso y versátil
Con docenas de variedades entre las que elegir, como los crimini, portobello, shiitake, oyster y king oyster, los champiñones frescos pueden consumirse crudos o cocinados, y utilizarse en una variedad casi infinita de recetas, como sopas, guisos, pasta, salteados y ensaladas.
-News Canada