Rodrigo Díaz M.
Los casos de la nueva variante XBB.1.5 del COVID-19, altamente transmisible, han seguido aumentando en Canadá, pero hasta ahora no parece que estas infecciones estén dando lugar a síntomas más graves, según declaró el viernes la máxima responsable de la sanidad pública canadiense.
La jefa de salud pública de Canadá, la Dra. Theresa Tam, explicó que esta nueva subvariante de la variante Omicron, que se ha extendido rápidamente en Estados Unidos y Europa, circulaba en Canadá en un 2,5% de las nuevas infecciones por COVID-19 en la semana del 25 de diciembre del 2022 al 2 de enero del 2023. Desde entonces, esa proporción ha aumentado hasta aproximadamente el 7% de las nuevas infecciones por COVID-19.
A pesar de esto, sigue sin saberse si se convertirá en la cepa dominante en Canadá, como ha ocurrido en el noreste de Estados Unidos.
Tam añadió que los sistemas de salud de todo el país siguen sometidos a una gran presión, debido en parte a la escasez de personal crítico en todo el país, lo que significa que cualquier repunte repentino de la enfermedad tendría un impacto considerable en los hospitales y el personal sanitario.
Por ello, las autoridades sanitarias federales hicieron un llamamiento conjunto a los canadienses para que se aseguren de haber recibido recientemente una dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19, que, según coinciden rotundamente los expertos mundiales, previene contra la hospitalización y la muerte.
El Comité Consultivo Nacional de Inmunización (NACI) publicó hoy directrices actualizadas para reforzar sus directrices de otoño del 2022, en el que recomendaba a todos los canadienses que aún no hubieran recibido una dosis de refuerzo que la recibieran ya.
Aunque más del 80% de los canadienses han recibido las dos primeras dosis de la vacuna, sólo el 22% ha recibido un refuerzo en los últimos seis meses, que es el intervalo recomendado de dosis para garantizar la protección más eficaz contra el virus.
Los estudios científicos sobre el virus han demostrado que la inmunidad, tanto si se adquiere por infección como por vacunación, disminuye con el tiempo, razón por la cual más canadienses deberían considerar la posibilidad de recibir un refuerzo, dijo Tam.
Las continuas mutaciones y nuevas variantes del virus también subrayan la importancia de la vigilancia y la protección permanentes contra el COVID-19, añadió.
“Aún nos queda camino por recorrer, incluso en el caso de los mayores de 65 años, aproximadamente la mitad de ellos no han recibido una dosis de refuerzo completa, por lo que queda trabajo por hacer”, afirmó Tam.