Rodrigo Díaz Maingon
El sistema de salud canadiense es considerado como uno de los más humanitarios y efectivos en el mundo. En su estructura, es muy parecido al sistema de salud del Reino Unido, pero difieren en la incorporación del sector privado. Los doctores de familia son más comunes en Canadá y el sector privado en general tiene poca penetración en el sector salud en el Reino Unido.
Para quien se encuentre fuera de Canadá todo esto sonará muy bien y el hecho de que se haya decidido cambiar el sistema puede causar molestia y extrañeza dado lo supuestamente efectivo que es el sistema de salud actual. Lo que mucha gente no sabe es el alto costo a largo plazo de financiar tal programa provincial.
Según la Fao (Financial Accountability Office of Ontario), entre el 2017 y el 2018 la provincia de Ontario invirtió cerca de 58 billones de dólares en el sector de sanidad, convirtiéndolo en el sector donde más se invirtió y representando un 42% de la inversión realizada en todos otros programas de la provincia.
El actual servicio de salud canadiense de Ontario esta dividido en 7 subsectores: hospitales, Ontario Health Insurance Plan (OHIP), capital, programas comunitarios, programa de prescripciones de Ontario, casas de retiro y otros programas, siendo los sectores de hospitales y OHIP los que acapararon un 60% del total invertido en el sistema de salud.
A pesar del gran nivel de inversión que se ha destinado al programa de salud canadiense durante los últimos años, muchos en Canadá se quejan de que esto no es suficiente o que la inversión no se ha visto reflejada en los resultados. Es por esto que el gobierno de Ontario ha decido modificarlo.
Como es bien sabido y ha sido demostrado con sus acciones, el objetivo primario del ala conservadora por muchos años ha sido el de recortar costos y disminuir la inversión pública, pero buscando maneras de que esta reducción no solo no disminuya la calidad del servicio, sino que lo haga, de cierta manera, más efectivo.
Más efectividad no siempre significa una mejoría, como se ha podido experimentar con los últimos cambios al sistema de niños con autismo del cual se busca limpiar una larga lista de espera, pero, al mismo tiempo, reducir costos al otorgarle a las familias menos fondos para los tratamientos requeridos. Esto ha traído mucha controversia al gobierno de Doug Ford.
A finales de febrero de este año, el gobierno conservador progresivo de Ontario anunció que estaría en proceso de realizar cambios al sistema de salud de la provincia. El cambio más significativo es el hecho de que se plantea la unificación de 20 agencias de salud gubernamentales, con más de 100 mil empleados del sector trabajando en las mismas, para la creación de Ontario Health o la “super agencia”, como muchos la han denominado. El objetivo de esta unificación es que sea el soporte de los nuevos Equipos de Salud o Health Teams.
El gobierno ha explicado que la mayoría de los Equipos de Salud de Ontario se formarán localmente, cubriendo una población geográfica de no más de 300 mil personas cada uno. Sin embargo, se formarán algunos equipos para atender a grupos de pacientes con necesidades de atención específicas, por ejemplo, salud mental.
El sistema de salud actual dicta que cada establecimiento de salud recibe su propio presupuesto proveniente del Ministerio de Salud. Luego de implementados los cambios al sistema cada equipo de salud de Ontario recibiría un fondo único y un solo mandato para proporcionar la gama de servicios de salud que su población necesita. El equipo acordaría conjuntamente cómo dividir los fondos para proporcionar todos los servicios ofrecidos.
Uno de los problemas mas graves del sistema de salud que se encuentra establecido en este momento es la llamada “medicina de pasillo”. Este es un problema común en países de tercer mundo en el cual los hospitales no poseen suficientes camas para cuidar de pacientes que lo necesitan o, en algunos casos, para atender emergencias por lo que en muchas ocasiones se realizan procedimientos médicos en los pasillos de los hospitales o se niegan camas a pacientes que deben apuntarse en largas listas de espera en las cuales pueden pasar años antes de ser aceptados en algún hospital.
El objetivo del gobierno de Ontario con este nuevo plan de salud es hacer que el paso de un paciente a través del sistema de salud sea más fluido. Aunque existe un acuerdo generalizado de que la calidad de la atención brindada en Ontario es de primera categoría, personal que trabaja en el sistema ha admitido en repetidas ocasiones que sus diferentes sectores no suelen tener una buena comunicación.
Hay muchas historias de pacientes que fueron dados de alta después de una cirugía importante que, por algún motivo, no se les provee la atención de seguimiento en el hogar, o de que los hospitales no pueden acceder a los registros médicos de un paciente porque estos están en manos del médico de su familia.
El gobierno de Ontario busca tener al hospital, a la agencia de atención domiciliaria y a los médicos de familia juntos en un único equipo, con lo se solventaría el problema de comunicación entre todas las partes y se evitarían más casos como estos.
Las personas seguirían accediendo al sistema de salud de la manera habitual: con una visita a su médico de familia o a la sala de emergencias. Los procedimientos administrativos que vienen después se desarrollarían de forma “perfecta”, según el gobierno de Ontario.
Todo esto pinta bien, pero la reestructuración de algo tan complejo como el sistema de salud más grande de Canadá está destinada a ser muy difícil. Existe un riesgo real de que las necesidades de algunos pacientes no se satisfagan luego de la transición al nuevo modelo.
Los médicos de familia, que en su mayoría trabajan de forma independiente, pueden sentir que el modelo de los Equipos de Salud de Ontario es demasiado restrictivo y simplemente decidir evitar unirse al mismo.
Adicionalmente, pueden generarse conflictos en las diferentes instalaciones de un equipo para ponerse de acuerdo sobre cómo compartir los fondos otorgados por el gobierno.
Mientras que el gobierno dice que la creación de los equipos de salud será de forma voluntaria, el ministro de salud tendrá el poder de obligar a los proveedores de servicios de salud a unirse al equipo. Eso podría ser complicado, especialmente si el público percibe que se está haciendo únicamente para reducir costos.
Este cambio solo podría ser un considerado como un éxito si se logra aliviar la presión sobre el sistema hospitalario, minimizar la medicina de pasillo, limpiar de manera efectiva las listas de espera a largo plazo por camas en los hospitales y por atención medica domiciliaria.
El éxito o el fracaso de este sistema no se verá a corto plazo. El gobierno ha declarado que existe un interés por parte de los proveedores de atención médica en la formación de unos 30 equipos de salud de Ontario. Esto tardará algunos años en llevarse a cabo, pues el plan está apenas en su fase preliminar.