Por Alexander Terrazas
A un mes de las elecciones federales en Canadá, a realizarse el próximo 21 de octubre, ya se hizo la convocatoria pública y el lanzamiento oficial de la campaña política. La contienda electoral se perfila entre dos partidos políticos: los liberales, bajo el mando del actual primer ministro Justin Trudeau, y los conservadores, con el liderazgo de Andrew Scheer. El resto de los candidatos, Jagmeet Singh del Nuevo Partido Democrático, Yves Francois Blanchet del Bloque Quebecois y Elizabeth May del Partido Verde, son las alternativas de los electores pero pocas posibilidades.
Las encuestas nacionales indican que los liberales y conservadores están en un punto muerto entre ambos, con poco más del 30% de soporte. Según el Rastreador de Encuestas de Canadá del CBC, una agregación de todos los datos de encuestas disponibles públicamente, tiene a los liberales y conservadores atados a una décima de punto porcentual, con 33.8% cada uno. Eso significa prácticamente una fortuna para los liberales, quienes a principios del verano estaban detrás de los conservadores por cinco puntos porcentuales en todo el país. Solo ahora, con la elección finalmente convocada el pasado 11 de septiembre, el partido ha borrado ese déficit, aunque aún no ha recuperado todo el apoyo que ha perdido desde la erupción del asunto SNC-Lavalin en febrero. Por debajo de los liberales y conservadores, según este confiable estudio de datos, en tercer lugar están los Nuevos Demócratas de Jagmeet Singh, con solo el 12,9% de apoyo, perseguidos por Elizabeth May y los Verdes, quienes corren al 10.7%.
Recordemos que Justin Trudeau llegó al poder hace cuatro años con una oleada de apoyo que se unió en torno al Partido Liberal, poniendo fin a casi una década del gobierno conservador. Su victoria, según expertos, fue ayudada por muchos electores nuevos y jóvenes que votaron por los liberales, entusiasmados con el liderazgo de Trudeau, por el tono positivo de su campaña y la posibilidad de cambio. Ahora bien, la pregunta es: ¿Será posible que Trudeau pueda conjurar la magia de la campaña que condujo a esa victoria histórica en 2015? La respuesta es una incógnita y tiene menos de 40 días para lograrlo. El joven líder progresista tuvo una luna de miel política excepcionalmente larga con el público canadiense, porque cumplió con algunos compromisos importantes: legalizar el cannabis recreativo, defender la igualdad de género y abrir las puertas de Canadá a los refugiados sirios. Sin embargo, ha tenido complicaciones en los últimos meses luego de una serie de problemas políticos y el sonado escándalo de ética. Y, además, ha tomado decisiones que han frustrado partes de su base progresiva, incluida la compra de un importante oleoducto para garantizar su expansión y desechar una promesa de reformar el sistema electoral de Canadá.
En tanto, el contendiente del Partido Conservador y líder de la oposición oficial desde 2017, Andrew James Scheer, es un político canadiense que se desempeña como miembro del Parlamento (MP) por la conducción de Regina — Qu’Appelle desde 2004. Precisamente fue elegido para la conducción de Regina: Qu’Appelle a la edad de 25 años, Scheer fue reelegido en 2006 , 2008 y 2011 antes de convertirse en el Presidente de la Cámara de los Comunes a los 32 años, convirtiéndolo en el Presidente más joven en la historia de la cámara. Recordemos que el 28 de septiembre de 2016, Scheer anunció su apuesta por el liderazgo del Partido Conservador , bajo el lema “Real conservador. Líder real”. Ahora, Scheer se ha descrito como centrado en el desarrollo económico, la restricción fiscal y la reducción de las ineficiencias en el gobierno; además es un firme opositor del impuesto federal al carbono, ha declarado que equilibraría el presupuesto federal dentro de los dos años posteriores a la formación de un gobierno y abriría la industria de las aerolíneas a la competencia extranjera. Dentro de sus planes también ha propuesto revisar los planes de inmigración y poner fin al ingreso ilegal de extranjeros.
Así están las cosas en la cuenta regresiva de cara a las elecciones de otoño, en medio de campañas, debates y acusaciones entre los principales candidatos que pugnan por el cargo de Primer Ministro de Canadá. Ahora bien, se trata de elegir entre dos visiones: la del oficialismo liberal que pretende una continuidad con el Poder, frente a la oposición conservadora que reclama una nueva oportunidad para asumir el mando desde otra directriz política. La decisión final de esta cuestión está en manos del soberano.