para rendir homenaje a las féminas que lucharon y luchan contra la discriminación de manera que la sociedad las vea en igualdad de condiciones que los hombres. Muchas mujeres reciben flores y deseos de que tengan un ‘feliz día’, pero no muchos saben que los orígenes de la conmemoración, en realidad, no son románticos, sino políticos y sociales.
Históricamente las mujeres han sido explotadas, excluidas, discriminadas y vilipendiadas por el solo hecho de ser del sexo opuesto a los hombres. La explotación laboral contra ellas en las fábricas de Estados Unidos, dio lugar a un levantamiento insólito para la época que terminó con trágicas consecuencias y con un movimiento político-social que cambió para siempre la forma de ver a las mujeres. La historia dice que a principios del siglo XX sucedieron distintos hechos que derivaron en la conmemoración que conocemos hoy. Uno de ellos, quizá el más simbólico pero no el único, se produjo el 25 de marzo de 1911, cuando unas 149 personas, la mayoría mujeres murieron en el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York.
Este lamentable hecho reveló las penosas condiciones en las que trabajaban las mujeres, muchas de ellas inmigrantes y muy pobres. A raíz de esta tragedia, miles de mujeres salieron a las calles para reivindicar mejores salarios, reducción de la jornada laboral y el derecho al voto. Es así que en 1911, se proclamó el Día Internacional de la Mujer para reivindicar el sufragio femenino, la no discriminación laboral, el acceso a la educación, y otros derechos fundamentales.
Por estos y otros acontecimientos históricos en el mundo que revalorizan el rol de la mujer en la sociedad, se conmemora este 8 de marzo como Día de lucha de aquellas mujeres que a través de la historia se unen y hacen parte de colectivos que trabajan por la igualdad, y los derechos laborales, profesionales, personales y académicos. En esta fecha, los movimientos de mujeres de todo el planeta, especialmente de Canadá, donde vivimos, harán una marcha de protesta exigiendo respeto a sus derechos porque consideran que la lucha continúa para ellas.
Porque a pesar de los significativos avances del rol de la mujer en la sociedad, en este 2018 todavía hay poco que celebrar, pero mucho por reclamar. Exigir, por ejemplo, el fin de la discriminación, que se erradiquen las violencias machistas, que se alcance la igualdad salarial, que se abogue por la equidad de género en los espacios de poder político y cargos públicos, la universalización de los cuidados, la libre elección, entre otros aspectos fundamentales. En pleno siglo XXI ya no podemos continuar estancados como en el pasado y seguir viviendo en una sociedad endeudada con los derechos de las mujeres. Hacemos votos para que los derechos de las féminas sean reconocidos en igualdad de condiciones que los hombres, solo así podremos vivir en armonía y construir una sociedad más justa, más equitativa y más solidaria.
Alexander Terrazas
Periodista y escritor