El estudio fue publicado en el Journal of Medicinal Chemistry y examinó uno de los compuestos claves de la cúrcuma, la curcumina, y encontró que este no es fácilmente absorbido por el cuerpo, lo que hace que sea poco probable que pueda ofrecer beneficios a nivel celular.
A esto se le añade a esto el hecho de que de los estudios científicos abrumadores que colocaron la cúrcuma como especia del “milagro”, ninguno fue hecho con los estándares convencionales de los estudios profesionales de la ciencia moderna.
Por consiguiente, todo apunta a que la cúrcuma puede no tener tantos beneficios como se pensaba.
“Estos estudios se han convertido en una parte del folclore, y sus resultados reales en realidad no están a la altura de lo que se cita como un estudio serio”, afirmó ante los medios el co-autor del estudio Michael Walters, un profesor asociado de investigación en la Universidad de Minnesota.
Pero no se apresure a limpiar sus armarios de cocina de cúrcuma, afirma el co-autor del estudio Guido Pauli, un farmaceuta y profesor de química medicinal en el Colegio de Farmacia en Chicago. Porque a pesar de que el cuerpo no absorbe los contenidos que se piensan medicinales de la cúrcuma, aún no se ha comprobado si sus otros beneficios tampoco se llevan a cabo en el cuerpo.