Rodrigo Díaz M.
Las autoridades médicas canadienses informaron ayer que se habían registrado dos casos de Omicron en Ottawa, la nueva variante del COVID-19 que se teme desencadene la quinta ola de la pandemia.
Ambos casos se registraron en personas que regresaban de Nigeria. Otras 14 personas estarían ahora mismo en observación.
Este fin se semana Holanda, Dinamarca y Australia se convirtieron en los últimos países, junto con Canadá, en descubrir la nueva variante entre sus casos. La variante ya se ha encontrado entre semana en Bélgica, Botsuana, Israel, Hong Kong, el Reino Unido, Alemania e Italia.
Según declaró hoy la Organización Mundial de la Salud, la variante B.1.1.529 del COVID-19, mejor conocida como variante Omicron ha sufrido una fuerte mutación y puede propagarse aún más a nivel internacional, suponiendo un riesgo muy elevado de que se produzcan más olas de la infección que podrían tener “consecuencias graves” en algunos lugares,
Todavía no se ha informado de ninguna muerte relacionada con Omicron, aunque es necesario seguir investigando para evaluar su potencial para eludir la protección contra la inmunidad inducida por las vacunas y las infecciones anteriores.
Omicron se notificó por primera vez el pasado miércoles 24 de noviembre en Sudáfrica, donde las infecciones han aumentado considerablemente.
Desde entonces se ha propagado a más de una docena de países, muchos de los cuales han impuesto restricciones a los viajes para intentar aislarse. Hoy, Japón se unió a Israel en cerrar sus fronteras a los extranjeros de cualquier país del mundo.
El gobierno federal de Canadá confirmó el viernes que estaría aplicando una prohibición de viajar a varios países sudafricanos después de que se descubriera allí una nueva variante del COVID-19.
Algunos de fabricantes de vacunas han anunciado recientemente que también estaban desarrollando o examinando formas de mejorar o crear nuevas versiones de sus vacunas para combatir la variante Omicron.
La más reciente fue la de Moderna, cuyo director médico, el Dr. Paul Burton, declaró a la BBC que podría producirse una nueva vacuna para “principios de 2022” si fuera necesario.