Rodrigo Díaz M.
Ontario pretende contratar más enfermeras en las comunidades desatendidas, aumentar permanentemente el salario de los trabajadores de apoyo personal y mantener una reserva de equipos de protección personal.
Estas medidas son algunos de los elementos de lo que la provincia denomina “Plan para mantenerse abierta”, cuyo objetivo es garantizar que Ontario esté mejor equipada para responder a otra crisis sanitaria.
La ministra de sanidad, Christine Elliott, afirma que, aunque la pandemia de COVID-19 no ha terminado, la provincia está en condiciones de utilizar las lecciones aprendidas en los dos últimos años para reforzar su sistema sanitario.
El plan incluye una nueva legislación que, entre otras medidas, haría permanente la mejora salarial de tres dólares por hora para los PSW que el gobierno ha estado extendiendo durante unos meses cada vez desde 2020.
La legislación también exigiría la presentación de informes anuales sobre los suministros de equipos de protección personal, y requeriría que la provincia tuviera un plan de emergencia provincial que se actualizara cada cinco años.
El gobierno también anuncio una inversión de 81 millones de dólares a lo largo de dos años para extender un programa en el que los graduados en enfermería pueden recibir el reembolso total de la matrícula a cambio de comprometerse a ejercer en una comunidad desatendida durante dos años.